Colombia y Venezuela ventilan ante Unasur sus posturas en crisis diplomática
Los cancilleres de Colombia y Venezuela ventilan el jueves en Quito sus posturas en medio de la crisis por la denuncia sobre la presencia de guerrilleros colombianos en territorio venezolano, en una reunión ante sus pares de la Unasur que buscan acercar las posiciones. Los ministros y enviados de los doce países comenzaron a deliberar a puerta cerrada hacia las 16H00 locales (21H00 GMT), antes de lo cual el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, se reunió por separado con sus homólogos de Colombia, Jaime Bermúdez, y de Venezuela, Nicolás Maduro.
"Esperamos llegar a resoluciones que nos permitan avanzar en el tratamiento de este problema", dijo Patiño al instalar el encuentro.
Esta cita "ratifica el deseo de todos los miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que cuando el tema lo requiera, sea resuelto por la vía pacífica", señaló a su vez el ministro argentino, Héctor Timerman.
A su arribo a Quito, Bermúdez pidió a la Unasur -cuya presidencia temporal ejerce Ecuador- "un mecanismo eficaz de cooperación (para) que ni las FARC ni el ELN ni ningún grupo criminal pueda tener presencia en territorio venezolano, con connivencia de las autoridades, ni en ningún lugar del mundo".
Agregó que Bogotá tiene "muchas evidencias, mucha información" sobre la presencia activa de unos 1.500 guerrilleros colombianos en Venezuela.
Esa acusación, planteada por el gobierno del presidente Alvaro Uribe ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el 22 de julio, provocó la ruptura de relaciones por parte de Caracas, que niega proteger a la guerrilla.
En tanto, Maduro expresó que Venezuela y sus vecinos sufren "graves amenazas" por parte de Colombia, ante lo cual propuso "retomar" el camino de la paz con los rebeldes mediante un plan que explicará en la reunión de este jueves, que fue solicitada por Caracas.
"Venimos a exponer, a denunciar las agresiones del gobierno saliente de Colombia y a proponer ideas para que se pueda retomar el camino de la paz y (...) construir el camino de una paz justa", remarcó.
Empero, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general Douglas Fraser, afirmó el jueves en Washington que "no hay razón" para dudar de la validez de las denuncias de Bogotá, que "deben ser tratadas seriamente".
Al romper los vínculos, el líder venezolano Hugo Chávez puso en alerta a sus Fuerzas Armadas ante una posible "agresión" militar colombiana con apoyo estadounidense.
Bermúdez también manifestó que no tiene "muchas expectativas" frente a la cita debido a la ausencia del secretario general de la Unasur, Néstor Kirchner, y que algunos gobiernos "no consideran conveniente esta reunión".
Además, "se requiere consenso para cualquier decisión, y ya sabemos de antemano las posiciones de algunos países", agregó.
En este marco, Uribe deploró declaraciones de su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, sobre la crisis con Venezuela, señalando que el mandatario se refiere a esta "como si fuese un caso de asuntos personales, ignorando la amenaza que para Colombia y el continente representa la presencia de los terroristas de las FARC en ese país", según un comunicado.
Lula decidió no comentar esas críticas y reiteró su disposición al diálogo con Venezuela y Colombia y de viajar a ambos países el 6 y 7 de agosto, informó el portavoz presidencial, Marcelo Baumbach.
Con miras a promocionar el plan de paz para Colombia, Maduro cumplió esta semana una gira por la región.
Pero la sola mención de una propuesta de paz elaborada por Venezuela es rechazada por el gobierno colombiano.
"El verdadero plan de paz arranca por no intervenir en los asuntos internos de otro Estado, por capturar a los criminales donde quiera que estén, pasa por tener toda la determinación para no permitir que se puedan alojar en ningún lugar del mundo ni las FARC ni el ELN", reiteró Bermúdez.
El canciller colombiano refirió además que su gobierno insistirá en las denuncias, pues es su obligación hasta el 7 de agosto, cuando asumirá el presidente electo Juan Manuel Santos.
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