Multinacional culpable de exportar tóxicos de Europea a Africa
Un tribunal en Holanda encontró a la empresa multinacional Trafigura culpable de exportar ilegalmente desechos tóxicos desde la Unión Europea a África en 2006. La compañía fue multada con más de US$1.000.000 por transportar basura que supuestamente afectó la salud de miles de personas en Costa de Marfil. Trafigura niega haber actuado ilegalemente y manifestó que estará estudiando el fallo con miras a una apelación. El tráfico de residuos tóxicos es un fenómeno que afecta a países del tercer mundo, incluyendo América Latina y el Caribe.
"Desechos inofensivos"
El material tóxico en cuestión se produjo a bordo del buque Probo Koala -propiedad de la empresa- con un cargamento de gasolina sin refinar comprada a la compañía Petróleos Mexicano, PEMEX. Trafigura intentó "depurar" la gasolina añadiéndole soda cáustica, un proceso que genera residuos peligrosos que son ilegales en muchos países.
La multinacional intentó inicialmente descargar el material en Amsterdam, declarándolo como "desechos inofensivos", comenta el editor de asuntos africanos de la BBC, Martin Plaut.
Al percatarse del alto costo de limpiar estos desechos, la compañía decidió llevarlos al occidente de África donde fueron vertidos en varios sitios alrededor de la principal ciudad de Costa de Marfil, Abiyán.
Esta actividad fue llevada a cabo por una firma en Abiyán que Trafigura dice haber contratado de buena fe para encargarse de los desperdicios del Probo Koala.
Según las denuncias, decenas de miles de habitantes se enfermaron. Un informe de la ONU econtró fuerte evidencia inicial que vinculaba la muerte de al menos 15 personas a la basura, aunque Trafigura niega ser responsable.
Esta es la primera vez que Trafigura enfrentaba cargos criminales desde que estalló el escándalo en 2006.
En 2007, se vio obligada a pagar US$160 millones al gobierno de Costa de Marfil sin aceptar responsabilidad. También indemnizó directamente, en un total de US$50 millones, a individuos que dijeron haber quedado afectados cuando la basura se vertió alrededor de la ciudad .
La compañía se manifestó desilusionada con el nuevo fallo y en desacuerdo con este. Estará estudiando la posiblidad de apelar, añadió Martin Plaut.
Por suparte, la ONG ambientalista Greenpeace -que trajo el caso- expresó su satisfacción señalando que es una advertencia a las empresas multinacionales de no exportar basura tóxica al tercer mundo.
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