Un gel para proteger a las mujeres del sida
Un gel fabricado a base del fármaco para el VIH tenofovir, de Gilead Sciences, redujo las infecciones del virus en mujeres en un 39 por ciento durante dos años y medio en el primer estudio en el que un fármaco de este tipo da resultados positivos, según anunciaron investigadores sudafricanos. El estudio muestra que podría contenerse la propagación del virus dando a las mujeres una forma de protegerse, dijo el doctor Salim Abdool Karim, de la Universidad de KwaZulu-Natal, en Durban, en un estudio que se publicará el martes en la Conferencia Internacional del Sida, que se celebra estos días en Viena.
Durante años, los investigadores han intentado crear un microbicida en forma de gel, crema, anillo o pastilla para insertar en la vagina o el recto antes del sexo, con la idea de prevenir la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida.
Pero, hasta ahora, los resultados habían sido decepcionantes.
"Hombre, hemos hecho el baile de la felicidad", dijo Karim a Reuters en una entrevista telefónica.
Además, el gel disminuyó en un 51 por ciento el riesgo de una mujer de contraer herpes genitales, un dato inesperado que se añade a los posibles beneficios.
El ensayo entre 889 mujeres en la ciudad costera de Durban y un remoto pueblo rural en Sudáfrica demostró que la mayoría de las mujeres utilizaron el gel según las instrucciones, lo que despejó las dudas acerca de si un producto de este tipo podría funcionar en el mundo real.
El doctor Anthony Fauci, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, dijo que es posible diseñar estudios que obtengan resultados incluso mejores.
"Tengo la convicción bastante firme de que vamos a mejorar", sostuvo en una entrevista telefónica. "Los microbicidas van a entrar en el mapa", aseguró.
En el test del microbicida, llamado Caprisa, los investigadores usaron por primera vez el fármaco para el VIH de venta bajo receta, tenofovir, de Gilead. Estudios en monos habían sugerido sólidamente que el producto podía evitar tanto la infección vaginal como rectal.
En África, donde se concentra la mayoría de los 33 millones de casos de VIH, el grueso de las nuevas infecciones se da en mujeres jóvenes infectadas por hombres mayores.
Los jóvenes de 15 a 19 años no tienen altas tasas del virus, a diferencia de las niñas de esta edad.
El ensayo de Caprisa fue un estudio clínico clásico, en el que la mitad de las mujeres utilizaron el gel antes y después del sexo, y la otra mitad se aplicó un placebo. Los participantes no sabían quién recibía el fármaco real.
Las mujeres controlaron el uso de los aplicadores y se los dieron a los investigadores para que éstos pudieran constatar cuándo usaban realmente el gel. También recibieron preservativos y orientación sobre enfermedades de transmisión sexual y fueron analizadas una vez por mes.
Después de 30 meses, 98 se infectaron con el VIH, 38 en el grupo que utilizó tenofovir en el gel y 60 en el que tomó placebos.
"Hallamos una incidencia un 39 por ciento menor del VIH en el grupo del tenofovir", dijo Karim.
Cuando comprobaron los datos, los autores descubrieron que el fármaco disminuía el riesgo de infección en un 50 por ciento a los 12 meses, pero luego la eficacia empezaba a declinar. Las mujeres que utilizaron el gel de forma más consistente fueron mucho menos propensas a sufrir la infección.
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