Blogia
CAUSA ABIERTA

El fútbol español y los espejitos de colores

El fútbol español y los espejitos de colores

El forcejeo de Puyol y Piqué para colocarle a Cesc Fábregas una remera del Barcelona dejó en evidencia el cinismo del fútbol español. Allí sobre el escenario, tres muchachitos pasados de copas (y de euforia) le mostraron a sus hinchas que la Liga de España es una fiesta para pocos.
La selección italiana demostró en 2006 que se puede salir campeón del mundo aún con una liga corrupta y un juego abominable. Este año, la "Roja" alzó la soñada Copa con un fútbol noble y estético, pero el "modelo del fútbol español" representa la consolidación de las desigualdades entre ricos y pobres (en su versión deportiva).
La selección española llegó a poner en la cancha a 7 jugadores del Barcelona. Este dato no es anecdótico ni una inocente estadística twittera de MisterChip.
La Liga española distribuye el dinero de la televisación de un modo simple: 150 millones de euros para el Barza, otra suma similar para el Real Madrid y el resto de los clubes se lleva entre 15 y 30 millones. El reparto desigual del dinero quedó reflejado en las posiciones finales del torneo 2009-2010. Los dos clubes ricos le sacaron unos 30 puntos de distancia al tercero de la tabla.
Entonces, hay dos modelos. El Barcelona se dedica a recolectar las estrellas del fútbol local, mientras que el Real Madrid se dedica a coleccionar Galácticos (ahora buscan a Özil y Khedira).
Algún optimista podría sugerir, entonces, que los clubes del mundo deberían seguir el modelo del Barza con fútbol bello y nacional que se apoya en una institución poderosa y eficiente. Y tampoco es así. Aún con el reparto desigual del dinero, el Barcelona solicitó en junio un crédito de 189 millones de euros para pagar los sueldos de los jugadores. Pero eso no les impide comprar a David Villa ni hacer gestiones por Cesc Fábregas (sí, ¡otro campeón del mundo!).
La rebelión de los clubes chicos de España contra el modelo español es inminente y ni siquiera la borrachera mundialista logró sosegarla. En este grupo de Facebook se puede encontrar información sobre esta guerra de todos los pobres contra los dos ricos. Incluso, un dirigente del Sevilla reveló que se discute la improbable constitución de una Liga sin el Barza y el Real Madrid.
La selección española merece todos los honores deportivos porque, como dijo Maradona, la pelota no se mancha. Pero los hinchas del mundo que reclaman el "modelo del fútbol español" sólo recibirán una lluvia de espejitos de colores.

0 comentarios