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CAUSA ABIERTA

El barco libio se rinde a las presiones de Israel y atraca en Egipto

El barco libio se rinde a las presiones de Israel y atraca en Egipto

El barco libio con 2.000 toneladas de ayuda para Gaza se ha resistido durante todo este miércoles a las exigencias de Israel de que torciera su rumbo para atracar en las costas del Sinaí, pero al final ha tenido que rendirse. Según ha confirmado un oficial egipcio pasadas las nueve de la noche hora local, el carguero hacía su entrada en el puerto de Al-Arish, dejando así atrás su objetivo inicial de alcanzar la franja.
El desvío del «Al Amal» («La Esperanza») fuera de la zona de exclusión marítima impuesta en Gaza ha significado misión cumplida para la Marina judía, que desde la noche anterior había permanecido en alerta y persiguiendo de cerca al «Al Amal» en un pulso que hizo temer un asalto.
«No les estamos rodeando, les estamos siguiendo», decía una fuente militar desde Tel Aviv, cuando la fundación responsable del barco, -presidida por un hijo del líder libio Muamar al Gadafi-, denunció que estaban siendo forzados a poner destino a Egipto e insistió en su intención de llegar a Gaza. Desde Trípoli, el jefe de la organización activista, Youssef Sawani, era rotundo: «cualquier indicación de que hemos variado nuestro curso o el destino, -decía, no es nada más que un intento de deformar la realidad y de imponer el guión que a los israelíes les gustaría ver».
No obstante, lo que parece que ha acabado doblegando la determinación del «Al Amal», y creando un desacuerdo a bordo entre los activistas y la tripulación, han sido las advertencias a su capitán. La Radio Israel ha difundido una grabación en la que, supuestamente en aguas internacionales, se notificaba al comandante, de origen cubano, que sería responsable legal de un posible enfrentamiento. «Cualquier intento de entrar en el área (de exclusión marítima de Gaza) será culpa tuya», decía la voz, identificada como la del negociador israelí. Durante la noche, el barco había sufrido una misteriosa avería en los motores que lo tuvo inmovilizado durante horas.
Más allá del escenario marítimo, el diputado de la Lista Árabe Unida en el Parlamento de Israel (Knesset), Ahmed Tibi, ha mantenido durante toda la jornada su confianza en que el carguero intentaría arribar a Gaza «a pesar de cualquier amenaza del Ejército judío». «No llevan armas ni explosivos, solo comida y medicinas», aseguraba en apoyo a la expedición libia. Pocas horas antes, su compañera de escaño Hanin Zuabi, -también de origen árabe, aunque del partido Balad-, ha visto como el pleno aprobaba la decisión de rescindirle tres de sus privilegios parlamentarios por haber participado en la flotilla que se dirigía a la franja palestina el pasado 31 de mayo, cuando fue atacada por Israel.
Zuabi, que fue la primera pasajera del Maví Mármara asaltado en dar testimonio de lo ocurrido, será privada de su pasaporte diplomático, de sus prerrogativas para viajar al exterior como diputada y del derecho a que le sean pagadas las costas en caso de que necesite defensa jurídica.
El «Al Amal» partió el pasado sábado desde Grecia decidido a romper el bloqueo marítimo de Gaza. A mediados de junio, otras expediciones procedentes de Irán y Libia habían cancelado sus misiones, con las que intentaban conseguir lo que no pudo terminar la flotilla internacional que fue asaltada el 31 de mayo por las fuerzas judías.
El material que viaja a bordo del barco libio será ahora descargado en Egipto, según ha informado desde El Cairo el ministro de Exteriores, Ahmed Aboul Gheit, y entregado a la Media Luna Roja para que lo haga llegar a Gaza. En la franja, el líder de Hamás y primer ministro de su depuesto gobierno, Ismail Haniye, ha llamado este miércoles a que «los convoyes continúen por tierra y por mar» y ha pedido ayuda a los países musulmanes para levantar el bloqueo israelí a Gaza. El dirigente islamista ha calificado la reciente relajación del cerco aprobada por Israel de intento de «sortear la demanda de levantarlo por completo», algo que -a su juicio- está «muy cerca» de ocurrir.

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