Brasil y Holanda, un clásico mundial sin el talento y la creatividad del pasado

Brasil y Holanda jugarán este viernes el partido que ya se ha convertido en un clásico mundialista. Ambos se han enfrentado tres veces en la historia del torneo en partidos inolvidables. En la mente de Brasil, el equipo holandés siempre ha sido uno de talento y creatividad, los mismos adjetivos generalmente aplicados a Brasil. El técnico brasileño Dunga, quien jugó contra Holanda dos veces en pasadas Copas del Mundo, dijo esta semana que Holanda es "el equipo más sudamericano en Europa", con más jugadores expertos que cualquier otra escuadra europea. Pero talento y creatividad no son las palabras utilizadas para describir a esos equipos en este momento. La leyenda holandesa Johan Cruyff dice que "nunca pagaría por una entrada" para ver al equipo de Dunga, descrito por él como "nada especial" y "como cualquier otro equipo", una opinión compartida por muchos brasileños. Los aficionados y peridostas en Holanda están igualmente desilusionados del equipo holandés que ganó todos sus partidos hasta ahora, pero con el fútbol apenas necesario para seguir adelante. Brasil y Holanda se han enfrentado en 1974, 1994 y 1998. En la primera ocasión se esperaba mucho de los brasileños, que tenía aún muchos de los jugadores de la plantilla deslumbrante de 1970, pero fueron golpeados por quizá el mejor equipo holandés de todos los tiempos, dirigido por Cruyff.
Veinte años más tarde, el estilo le dió paso a la eficiencia y fuerza en ambos equipos. Aún así, se las arreglaron para llevar a cabo uno de los partidos más emocionantes de 1994. Brasil lideró 2-0 en los primeros minutos, pero Holanda logró empatar el partido. En la segunda mitad, un magnifico tiro libre de Branco le dió a Brasil la victoria y un lugar en la semifinal. Para la mayoría de los aficionados, el desempeño de Brasil fuer normal en todo el torneo, a excepción del partido contra Holanda. En Francia, en 1998, ambas partes tenían jugadores de calidad al encontrarse en las semifinales—como Ronaldo, Rivaldo, Kluivert y Bergkamp. Y Brasil tuvo éxito de nuevo, esta vez en la tanda de penaltis. En los últimos años, Holanda y Brasil se han alejado de su tradición de calidad y espectáculo. Si es verdad que el jogo bonito se ha desechado en favor de un fútbol más eficiente pero gris, ningún otro entrenador ha hecho más para promover el estilo de Brasil que Carlos Dunga o Bert van Marwijk por Holanda. Bajo esos timones, Holanda y Brasil calificaron. En las eliminatorias previas a la Copa del Mundo, nunca estuvieron en peligro de perder sus partidos. Sin embargo, la mayoría de esas actuaciones impecables resultaron poco notables. Holanda ganó todos los juegos con ventaja mínima. Brasil marcó más goles y jugaron un poco mejor, aún así sólo lograron titulares positivos tras su victoria contra Chile. Brasil se las arregló para tener más del 60% de posesión del balón en su partidos, pero fueron incapaces de convertir eso en tiros a gol. Existe una división entre los jugadores brasileños sobre la importancia de jugar un fútbol deslumbrante. El portero Julio César dice que el jogo bonito es una cosa del pasado y que ya no existe. "Yo prefiero jugar feo y ganar que jugar bonito y perder", dice. El defensa Maicon y el delantero Grafite están de acuerdo. Grafite dice que para él un gran gol —como el que le anotó a Wolfsburgo contra el Bayern Munchen el año pasado burlando cuatro defensas— es tan importante como cualquier otro anotado con la rodilla o la espinilla. Sin embargo, Robinho y Kaká también dicen que el estilo es importante, ya que es lo que ha hecho famoso a Brasil. Para Robinho, el fútbol moderno se trata de encontrar el equilibrio adecuado entre la eficiencia y la creatividad. "Todavía es importante jugar bonito, pero todos tenemos que entender que no se pueden hacer buenas dribleadas cada juego", dice el delantero.
Dunga, quien no cambia su filosofía a pesar de las críticas, cree que el Brasil vs. Holanda será un gran partido para ver, como siempre ha sido.
"Holanda mantiene su tradición de formar grupos y jugar bien. No es un equipo preocupado sólo de la defensa y jugar bolas largas. Ellos tienen buenos y hábiles jugadores. Será muy difícil".