Uruguay, un líder solvente
Tiene Uruguay dos virtudes muy importantes para hacer un buen papel en la Copa del Mundo. La primera, una delantera con dos elementos desequilibrantes, Luis Suárez y Diego Forlán. La segunda, carácter. Por eso no debe extrañar que la selección uruguaya haya pasado a los octavos de final como líder de grupo, con lo que en la práctica eso supone evitar a Argentina en la próxima fase y, de paso, abrirse un camino bastante transitable hasta los cuartos de final. Gracias a ese carácter, Uruguay, aupado por la seriedad del maestro Tabárez, se tomó el duelo ante México con la máxima seriedad. Desde el inicio buscó el triunfo, por lo que pronto se disiparon las dudas en torno a un posible acuerdo de ambos equipos para que el empate fuera el resultado final del encuentro, marcador que aseguraba la clasificación de ambos. Uruguay no sufrió ante el toque parsimonioso de México. Le bastaba con presionar bien en el centro del campo para salir con rapidez al contragolpe. Así llegó el gol, después de un excelente remate de cabeza de Luis Suárez, quien anotó su primer gol en el torneo, demostrando, al mismo tiempo, que sus buenas temporadas en el Ajax no son flor de un día. El tanto aniquiló los ánimos de México, que empezó a sufrir, sobre todo a medida que Sudáfrica le hacía goles a Francia. La posibilidad de una goleada del equipo anfitrión a los franceses espoleó algo a México, equipo que solo encontraba picante a su juego en un remate de Rodríguez con la cabeza que no entró de milagro. El gol de Francia a Sudáfrica tranquilizó mucho los ánimos y provocó que se llegara al final del partido de forma plácida. Todos contentos con el 1-0, uruguayos y mexicanos. (El País de Madrid)
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