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CAUSA ABIERTA

¿Homicidio en Piriápolis?

¿Homicidio en Piriápolis?

Hay un detalle que debe develarse y es la forma en que murió Natalia, pues las pericias forenses determinaron en su momento que la joven no tenía rastros de violencia y no había sido abusada sexualmente. La defensa del ahora procesado apelará el fallo, pues se entiende como excesiva la carátula imputada al joven, quizá "encubrimiento", pero homicidio no", comentó un letrado que prefirió por el momento mantenerse en el anonimato. Un sorpresivo giro tomaron las investigaciones en torno a la desaparición y muerte de la joven Natalia Martínez, acaecida el 19 de enero de 2007 en el balneario de Piriápolis, deteniéndose a seis jóvenes, uno de los cuales aceptó haber estado con ella cuando murió, quien fue enviado a prisión por el delito de "homicidio". Todos los jóvenes fueron detenidos en Montevideo entre la noche del martes y la mañana de ayer, y trasladados a Maldonado donde fueron interrogados durante varias horas. Ayer de tarde, el juez de la causa ordenó el traslado de un joven hacia Piriápolis, para a partir de allí, efectuar todo el recorrido realizado entre la madrugada de la desaparición y el momento que el cuerpo de Natalia fue arrojado en un bosque de pinos en medio de un arenal. Uno de los detenidos, de 25 años, reconoció haber estado con Natalia al momento de su muerte, pero aseguró que no le quitó la vida. Un largo y minucioso trabajo de efectivos de la Dirección de Investigaciones de Maldonado y de Delitos Complejos de Montevideo, logró luego de casi 3 años y medio, esclarecer la muerte de la joven Natalia Martínez, determinándose ya entrada la noche el procesamiento del autor. Un joven que hoy tiene 25 años, identificado por las iniciales R.B. reconoció que Natalia murió junto a él, pero dijo una y otra vez que no la mató. Los seis jóvenes detenidos fueron sometidos a intensos interrogatorios por parte de efectivos de Investigaciones. Entre ellos, se encontraba el responsable de todo lo ocurrido aquella madrugada del 19 de enero de 2007, cuando misteriosamente la joven Valeria Natalia Martínez Bengoa (19) desapareció hasta que su cuerpo fue encontrado a 20 kilómetros del lugar, 22 días después. Se trata de un muchacho que hoy tiene 25 años, sin antecedentes y de posición económica desahogada, conocido de Natalia pero no amigo. La relación se había generado en encuentros de autos tunning realizados en Montevideo, por lo cual R.B. no aparecía entre el círculo de los más allegados a la joven. Confesó que sobre la hora 1.00 del jueves 18 de enero, fue a Piriápolis en su coche tunning, a ver si se encontraba con algunos amigos y que sobre la madrugada vio a Natalia (luego que hablara con el empresario que fue intensamente investigado). Dijo que ella aceptó subir "para dar una vuelta" y que se dirigió por Ruta 10 deteniéndose en el balneario Playa Grande, donde intentó "besar y mimar" a la joven. Agregó que ella se negó y que se puso muy mal: "Le dio como un ataque de asma y convulsiones". Narró que intentó reanimarla pero que no lo logró y que se puso muy nervioso cuando se percató que estaba muerta dentro del coche. Intentó obtener ayuda y no lo logró por lo cual salió con destino a Punta del Este (donde su familia tiene una finca), decidiendo ingresar en la calle Laguna del Sauce donde con el cuerpo a cuestas, se internó en un bosque de pinos para tirarlo e intentar taparlo con hojarasca.
Confesó además que desde entonces, cada día se levantaba esperando que la Policía golpeara a su puerta porque todo se había descubierto.
El giro definitivo en este emblemático caso, se produjo luego de analizar al menos 1.000 hojas de un informe conteniendo cruce de llamadas telefónicas y textos obtenidos en el chat de Natalia Martínez y correos electrónicos, donde comenzaron a surgir en los últimos meses, muchos nombres y vinculaciones, que nada tenían que ver con las casi 200 personas que fueron interrogadas en el largo proceso.
Algunos puntos aún están sin aclarar, ya que las causas de la muerte de Natalia hasta hoy no pudieron ser determinadas por las pericias forenses. Solo se confirmó que en el cuerpo no había señales de violencia, y tampoco rastros de alguna droga.
Natalia Martínez había ido a la discoteca La Rinconada de Punta Fría la noche del jueves 18 de enero de 2007, junto a 3 amigas. Sobre las 5 de la madrugada decidió retirarse, junto sus amigas. A partir de allí, todo fue un misterio, porque luego de cruzar algunas palabras con uno de los porteros del centro nocturno, y de quedar unos metros detrás de sus amigas, desapareció misteriosamente. Cuando sus amigas ­que habían ido a buscar el coche en el que se habían trasladado, estacionado a una cuadra del boliche­, vieron que demoraba, salieron a buscarla, pero ya no la vieron más. Luego se supo que tras saludar al portero, Natalia se detuvo brevemente a dialogar con un comerciante de Piriápolis que detuvo su coche al verla.
El viernes 19 a última hora, este corresponsal visitaba a sus padres, Magdalena Bengoa y Heber Martínez en su modesto apartamento de la avenida Piria de Piriápolis, al que venían cada verano desde hacia 25 años. Su madre narró que Natalia salió como cada día, con sus 3 amigas y sin haber dado muestras de tener problema de algún tipo. Sus amigas declararon una y otra vez que toda la noche habían estado juntas en La Rinconada, mientras que uno de los porteros del lugar, aseguró que Natalia se retiró "normal", es decir, sin muestras de haber bebido (al menos en exceso) o haber consumido "algo". Tanto ella como sus amigas eran bien conocidas en el boliche, porque estaban consideradas "habitué" del lugar.
Luego de 3 semanas y un día de intensa búsqueda y exposición mediática del caso, el cadáver de la joven, en avanzado estado de descomposición, fue encontrado el sábado 10 de febrero.

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