Polémica por posible designación como Arzobispo de Santiago de Chile de obispo vinculado con Pinochet

El sacerdote Felipe Berríos, ex capellán de un Techo para Chile, criticó hoy la posible designación del obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, como nuevo arzobispo de Santiago por estar vinculado a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). "Nombrar a alguien que estuvo ligado a la dictadura como arzobispo de Santiago para el Bicentenario sería un retroceso para la unidad del país y una ofensa para muchos chilenos", añadió Berríos, que hoy viaja a Burundi (África), donde desarrollará su labor evangelizadora.
"Muchos en pro de la unidad de la Iglesia no dijimos nada con su nombramiento de Obispo, pero eso tiene un límite y ese límite sería que fuera nombrado arzobispo de Santiago. Con todo respeto, yo haría pública mi protesta", recalcó el sacerdote, considerado una figura emblemática de la Iglesia católica chilena.
En declaraciones que publica la página electrónica de El Mercurio, Berríos explica que cuando Juan Ignacio González era abogado ligado al Opus Dei, trabajó en la oficina "de asuntos especiales de Gobierno" o de "enlace" entre "la dictadura y la Iglesia que, en realidad, se podría decir que era de 'soplonaje' (espionaje)".
"Fueron tiempos muy duros para la Iglesia chilena, que muchas veces fue perseguida; él trabajó para La Moneda (palacio de Gobierno) y tengo entendido que también lo hizo en la Secretaría General de la Presidencia y en el directorio del diario gubernamental La Nación", explicó.
Berríos recordó que a finales de los ochenta Juan Ignacio González dejó esas funciones para ir a Roma, donde fue ordenado sacerdote y sacó un doctorado cuya tesis estaba relacionada con las capellanías castrenses en Chile".
Frente a la posibilidad de estar realizando una acusación grave a un obispo, Berríos precisa que lo que hace es sólo recordar el pasado.
"Que yo sepa, (González) nunca se ha arrepentido públicamente y está en su derecho de no hacerlo, pero también estoy en mi derecho de pensar que eso es un impedimento grave para un posible arzobispo de consenso, que busque la unidad entre los católicos y la sociedad en general", apostilló.
El sacerdote espera que la Iglesia mantenga la prudencia y que designe a monseñor Ricardo Ezzati, Pablo Lizama o Alejandro Goic.
"Tienen experiencia, edad adecuada, son acogidos ampliamente por diversos sectores católicos y no católicos y tienen el peso moral y el liderazgo para enfrentar la reconstrucción de la credibilidad que la Iglesia necesita. Son hombres de Dios para enfrentar el delicado momento que vive la iglesia y proyectarla con fuerza hacia el siglo XXI", recalcó.
Un techo para Chile, una organización no gubernamental chilena, orientada a dar soluciones habitacionales a personas sin hogar, fue formada en 1997 por jóvenes universitarios, encabezados por el sacerdote jesuita Felipe Berríos, quien ejerció como su capellán.
Un techo para Chile está presente en gran parte del país, e incluso ha sido modelo para el nacimiento de organizaciones similares en otros países de Latinoamérica, bajo la iniciativa Un techo para mi país.