Encarcelan al joven adicto que mató de 51 puñaladas al jefe de su madre

Caminando por pleno 18 de Julio, junto a una de sus cinco novias, fue detenido el joven de 18 años, adicto a la pasta base, que hace prácticamente un mes asesinara de 51 puñaladas, a un comerciante que era el jefe de su madre, en su casa del barrio La Blanqueada. Este individuo ya se encuentra tras las rejas, habiendo sido procesado con el delito más grave del Código Penal, que es "homicidio muy especialmente agravado". Vale recordar que por este caso también había sido capturado y procesado otro joven de 20 años, amigo del homicida, a quien se le tipificó el mismo delito pero en calidad de coautor. El crimen tuvo lugar el jueves 29 de abril al caer la tarde, en una finca ubicada en Dámaso Antonio Larrañaga y Juanicó, propiedad de Raúl Motta Giordano, de 66 años. Hasta allí llegó el joven de iniciales VMBA, de 18 años ­el cual es hijo de una empleada del hombre­, y golpeó a la puerta. El comerciante que estaba arreglando unos relojes, abrió y dejó entrar al joven ya que lo conocía, el cual estaba junto a un amigo. Según se estableció luego, el comerciante ya había tenido entredichos con el muchacho, ya que sabía que era adicto a la pasta base y le había robado unos efectos para comprar la droga.
En tales circunstancias, se originó una discusión y luego una pelea, durante la cual el muchacho sacó una cuchilla de importantes dimensiones y una y otra vez comenzó hundirla en el cuerpo de Motta, provocándole nada menos que 51 heridas de arma blanca.
Los jóvenes huyeron y el hombre fue trasladado de urgencia a un centro asistencial, pero nada se pudo hacer para salvarle la vida.
Ni bien se comenzó la investigación, todo apuntó a un joven hijo de una empleada de la víctima, la cual dijo que de un tiempo a esta parte le temía a su propio hijo debido a su adicción a las drogas. Tal fue el caso, que la mujer decidió irse al interior del país a casa de unos allegados para no tener contacto con él.
Desde ese momento se comenzó la búsqueda de los dos involucrados por la División Homicidios, que poco después detenía al cómplice del matador.
Pero este último estaba desaparecido de sus lugares habituales y fue entonces que se inició un minucioso trabajo de investigación en torno al círculo de allegados.
De esta forma se supo que el mismo era muy mujeriego, al punto que actualmente tenía unas cinco novias, algunas de las cuales le daban alojamiento para esconderse de la Policía, claro está que quizás sin saber por qué lo estaban buscando.
Lo cierto es que en las últimas horas supieron que estaría en 18 de Julio y Pablo María junto a una de sus enamoradas, por lo cual Homicidios montó un operativo y pudo echarle el guante. Según señalaron fuentes policiales, se cree que el joven, con el pasar de los días ganó en confianza y empezó a salir a la calle sin cuidarse, lo cual a la postre lo terminó enviando tras las rejas.