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CAUSA ABIERTA

Fumadores chilenos en un ataque de nervios

Fumadores chilenos en un ataque de nervios

Los fumadores chilenos empezaron la semana con una mala noticia cuando al comprar sus habituales cigarrillos se encontraron con que éstos valían $200 más (US$0,36), debido al alza decretada por la principal compañía tabacalera del país. Entre las medidas que baraja el presidente Sebastián Piñera para obtener recursos que permitan la reconstrucción tras el terremoto y tsunami del pasado 27 de febrero está un aumento del impuesto al tabaco, desde la actual tasa de 60,4% hasta 62,3%. Sin embargo, esa iniciativa recién es discutida en el Congreso y no se ha aprobado, por lo que el incremento de 14,5% sorprendió a los consumidores, que al principio no entendían por qué debían pagar más para satisfacer el hábito-vicio de fumar. La explicación llegó desde la empresa British American Tobacco Chile (conocida como Chiletabacos), que puntualizó que el aumento respondió a una estrategia para "minimizar" el impacto que traerá la futura alza derivada de los impuestos, mediante pequeños cambios de precios que se extenderán por un período aproximado de dos años. British American Tobacco Chile, que controla cerca del 96% de este mercado en el país, aseguró que la decisión de subir los precios busca que los consumidores puedan irse acostumbrando gradualmente a una medida que se da como hecha, una vez que el Congreso la apruebe. El gerente de asuntos corporativos de la compañía, Carlos López, señaló a BBC Mundo que el aumento en el gravamen al tabaco subirá las cajetillas entre un 40% y un 50%, por lo que optaron por darse "un horizonte de mediano o largo plazo de entre uno y dos años para hacer pequeñas alzas diferidas en el tiempo". "A nadie le gustan las alzas pero responden en un monto muy importante al incremento de impuestos que se viene, y justamente lo que se está haciendo al adelantarla un poco es minimizar el impacto en el consumidor", manifestó. La medida fue criticada por parlamentarios y organizaciones como la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), que acusó de "abusiva" la actitud de una empresa a la que calificó como monopólica. "Consideramos que es un abuso en contra de los consumidores y no se justifica, en consideración que el financiamiento de la ley de reconstrucción está en trámite y todavía no hay fecha para que entre en vigencia", dijo a BBC Mundo Hernán Calderón, presidente del organismo. Conadecus pidió que el gobierno o la Fiscalía Nacional Económica (FNE) se pronuncien ante un alza que califican de "aprovechamiento de la situación dominante" de Chiletabacos, ya que a su juicio la compañía sabe que el consumo de cigarrillos no baja pese a las alzas de precios. Y mientras la corporación evalúa presentar acciones ante organismos como la FNE, los usuarios coinciden en que poco se puede hacer ante este aumento, que dejó la cajetilla de 20 cilindros más barata en $1.300 (US$ 2,37) y la más cara en $1.900 (US$ 3,47). Nelson, encargado de un local en el centro de Santiago, relató a BBC Mundo que la demanda de nicotina disminuyó desde el lunes, aunque es un hecho que va a repuntar. "Siempre es así al principio pero después se acostumbran al precio y como que se normaliza. Hay gente que viene aquí y dice 'no fumo más porque está muy caro', pero pasan uno o dos días y vuelven, el vicio es así", señaló. Mientras exhalaba humo a la salida de una estación del ferrocarril subterráneo, Gissella calificó el alza como "terrible para el bolsillo", pero admitió que "si uno quiere fumar igual va a comprar, porque le encuentra remedio para todo al cigarro".
"Está bien, si al final es un vicio feo y a uno lo castigan por eso", indicó a su vez Roberto, quien compra al menos una cajetilla diaria y no está dispuesto a dejar de hacerlo. Chile cuenta con una ley sobre consumo del tabaco que se aprobó en marzo de 2006, y que entre otras cosas prohíbe fumar en lugares cerrados excepto en restaurantes y bares, siempre que tengan un ambiente separado de los no fumadores. Senadores ya plantearon endurecer la ley para que no se permita fumar en espacios cerrados, sin importar sus características o rubro. Cifras del ministerio de Salud estiman que unos cinco millones de chilenos son adictos al tabaco.

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