Jamaica pide a EE.UU. chalecos antibalas para afrontar la ola de violencia y entregar a Coke
Las autoridades jamaicanas han pedido a Estados Unidos chalecos antibalas para poder afrontar mejor la ola de violencia que se registra desde hace tres días en Kingston por enfrentamientos con grupos afines a un narcotraficante. El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, indicó hoy en su rueda de prensa diaria que el Gobierno del primer ministro jamaicano, Bruce Golding, solicitó a Washington ayuda para hacer frente a los disturbios que se registran en la capital por grupos que se oponen a la detención y posterior extradición del traficante de drogas y armas Christopher "Dudus" Coke a EE.UU.
"Tenemos una relación estrecha con Jamaica. Nos han preguntado si les podemos suministrar alguna ayuda menor", chalecos antibalas, indicó, sin dar más detalles al respecto.
No obstante, recalcó que el esfuerzo por controlar los disturbios corresponde principalmente a las fuerzas de seguridad jamaicanas.
La embajada de EE.UU. en Kingston sigue cerrada hoy a raíz de la situación de emergencia en determinadas zonas de la capital jamaicana, y decidirá a diario si reanuda o no sus servicios en base a la información disponible sobre el terreno, afirmó también el portavoz.
Washington, explicó Crowley, "está observando muy de cerca los acontecimientos" en Kingston, donde la embajada no se encuentra en las inmediaciones de los barrios donde se producen los enfrentamientos más graves, señaló.
El Departamento de Estado actualizó además su alerta de viaje para Jamaica después de que el Gobierno de Golding declarara el estado de emergencia.
Crowley reiteró que EE.UU. y el Gobierno de Jamaica siguen colaborando para garantizar la seguridad de los ciudadanos de ambos países a la vez que también luchan contra el narcotráfico.
En los disturbios han muerto al menos 27 personas y otras 31 resultaron heridas, según informó hoy la policía de Jamaica.
Los desórdenes continúan y los grupos armados que protegen a Coke se mantienen fuertes en dos de los barrios más pobres de la capital, Tivoli Gardens y West Kingston.
Centenares de soldados del Ejército de Jamaica y agentes de la policía siguen enfrentándose a los grupos fuertemente armados que quieren impedir la detención de Coke y su extradición a Nueva York.
Estados Unidos pidió a Jamaica la extradición de Coke en agosto de 2009, pero las autoridades del país caribeño retrasaron la decisión final hasta la semana pasada cuando el primer ministro dio su visto bueno.
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