Tambores nucleares en Corea
Corea del Norte amenazó el lunes con disparar contra equipamiento surcoreano si es instalado en su militarizada frontera para transmitir mensajes en contra de Pyongyang. También se comprometió a tomar medidas más enérgicas si Seúl aumenta las tensiones. Las advertencias se dieron a conocer en un comunicado de un comandante militar divulgado por la agencia de noticias norcoreana KCNA. Y surgen momentos después de que Corea del Sur anunciara que no reanudaría las transmisiones a través de altavoces que suspendió por seis años, como parte de su castigo hacia Pyongyang por el hundimiento de uno de sus barcos de guerra. Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió hoy en Pekín a la cúpula china que apoye una posición conjunta frente a Corea del Norte en el marco de las crecientes tensiones en la región. Washington y Pekín tienen que cooperar para responder al "serio desafío" tras el presunto hundimiento de un barco de guerra surcoreano por parte de Pyongyang, dijo Clinton al comienzo de la reunión que hoy lunes están manteniendo ambas naciones. "Hemos pedido a Corea del Norte que desista de su comportamiento provocador, que ponga fin a su política de amenazas y agresividad frente a sus vecinos y que ponga en marcha pasos irrevocables para cumplir sus obligaciones de desarme nuclear", así como que "se atenga al derecho internacional", señaló la política norteamericana. El presidente surcoreano, Lee Myung Bak, ha afirmado en un mensaje televisado que Corea del Sur eliminará cualquier tipo de flujo de comercio con Corea del Norte que implique el paso por sus aguas jurisdiccionales, que de igual modo prohibirá el paso a toda persona que intente acceder desde su territorio a Corea del Norte y que exigirá a Pyongyang disculpas públicas por su supuesta responsabilidad en el hundimiento del buque 'Cheonan', en el que murieron 46 marineros. Lee afirmó que Corea del Sur se reserva el derecho a responder militarmente a su vecino del norte de la forma que considere necesaria, al mismo tiempo que anunció que las autoridades de su país impedirán a los navíos mercantes norcoreanos el acceso a sus aguas. "Urjo solemnemente a las autoridades norcoreanas que se disculpen de forma inmediata con la República de Corea (en referencia a Corea del Sur) y el conjunto de la comunidad internacional" afirmó Lee después de que la semana pasada una comisión internacional de expertos concluyese sin género de dudas que el hundimiento del 'Cheonan' estuvo provocado por el impacto de un torpedo lanzado desde un submarino norcoreano. "El objetivo de Corea del Norte ha sido instigar la división y el conflicto", sostuvo el presidente surcoreano. "Ha llegado el momento de que el régimen norcoreano cambie", añadió. En la declaración, retransmitida desde el monumento nacional a los caídos en Seúl, Lee aseguró además que llevará el caso del 'Cheonan' ante el Consejo de Seguridad de la ONU para que este organismo imponga a Pyongyang las sanciones que considere oportunas. A pesar de todo, Lee anunció que mantendrá los programas de ayuda a los niños norcoreanos, un tercio de los cuales presentan síntomas de malnutrición, según la ONU. Sin embargo, mandará congelar todos los esfuerzos de su país en el complejo industrial conjunto de Kaesong, que gestionan ambos países y está situado en territorio norcoreano, muy cerca de la frontera.
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