Empate de infarto en Colombia

Elecciones de infarto. Así empieza a conocerse en Colombia el «voto-finish» que existe entre los dos candidatos que se disputan la presidencia de Colombia. Y es que a una semana de unas elecciones donde los colombianos elegirán al sucesor de Álvaro Uribe, el presidente más popular de la última década quien deja el cargo tras ocho años de mandato con un 75% de popularidad, los ánimos están parejos. Por un lado, los colombianos quieren seguir con la política de seguridad democrática, la que tantos resultados produjo: los secuestros se redujeron en un 85%, los homicidios en un poco más de 45%. Los colombianos volvieron a viajar por su país, recuperaron la fe perdida, invirtieron, crecieron, regresaron a su país y le apostaron. Quien promete seguir con lo mismo y más es el ex Ministro de Defensa de Uribe, Juan Manuel Santos, el candidato por el oficialista Partido de la U. En las últimas encuestas, Santos, economista, periodista, un hombre nacido en una de las familias más poderosas de Colombia –dueña por décadas del diario «El Tiempo» entre otros negocios de comunicación- iba con 35%. Le seguía su antítesis, el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, de descendencia lituana, académico, matemático, filósofo, genio quien en su periodo de alcalde logró transformar los valores cívicos y éticos de la capital colombiana. Mockus propone reglas del juego transparentes, sin corrupción. El ex alcalde, quien se hizo famoso como rector de la Universidad Nacional al bajarse los pantalones y mostrar sus nalgas para poder comunicarse con un auditorio que lo chiflaba (y lo logró), es para los colombianos sinónimo de ley, de no violencia, de lograr cambios a través de otras alternativas diferentes. En menos de dos meses pasó de un 3% de favoritismo como candidato del independiente Partido Verde a 34%, según las encuestas. Habrá que esperar.