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CAUSA ABIERTA

Banfield goleó a un Boca en su peor momento

Banfield goleó a un Boca en su peor momento

Fue 3-0 en el Florencio Sola con goles de Bustamante, Paletta en contra y Ramírez. El equipo de Pompei terminó con 9 por las expulsiones de Mouche y Erbes. La visita terminó el Clausura con 20 puntos, su peor producción. El Taladro, por ahora, es el mejor de la temporada. Goleado por un rival que lo terminó arrollando con su solidez; con los nervios de punta, descontrolado y dos jugadores expulsados; con un gol en contra insólito y festejado hasta la burla por la hinchada rival. Con los barrabravas rompiendo un alambrado en un intento, finalmente frustrado, de llevarse algunas camisetas. Así, de la peor manera, terminó el peor Boca. Ni siquiera tuvo este equipo desangelado el tibio consuelo que hubiera significado que Palermo anotara para apuntalar su posibilidad de ser el máximo goleador del campeonato. No estuvo ni siquiera cerca del gol. "Le quedó una pelota a Martín que le rebota, no la pudo patear", se lamentó después Roberto Pompei. Boca consumó la peor campaña de su historia en torneos cortos: apenas sumó 20 puntos, le hicieron 35 goles (casi 2 de promedio por partido), y en seis ocasiones le marcaron cuatro o más. La segunda expulsión relámpago de Mouche en dos semanas -primero vio la amarilla por tirar la pelota lejos, y enseguida Collado le mostró la segunda cuando respondió con un saludo irónico a los insultos de la hinchada de Banfield- fue, en ese contexto, la síntesis casi perfecta de este equipo desdibujado y sin rumbo conocido.
No se le pueden cargar demasiado las tintas de este final triste a Pompei. El técnico interino había logrado plasmar un equipo aceptable ante Independiente, pero en dos fechas tuvo que cambiar a más del cincuenta por ciento de la formación y encima perdió a Riquelme, el conductor.
No, hay que recordar que este equipo que en un semestre cambio tres técnicos -Basile ni siquiera pudo terminar los torneos de verano, Alves anduvo a los tumbos trece fechas hasta que cayó, Pompei apaciguó las internas en el plantel y ganó un par de clásicos- y se quedó sin un mánager con tanta historia como Bianchi. De este club en el que todavía los dirigentes no pueden dar el nombre de un sucesor (el equipo partirá el viernes a la gira por Estados Unidos con Pompei). Y ahora, ¿qué viene?
"Esto es para empezar de vuelta y nada más, hay un receso muy largo. Ahora tenemos muy poco margen de error, así que hay que tomarse el tiempo necesario", dijo anoche el vicepresidente primero José Beraldi. Pero ¿hay tiempo, hay por lo menos un nombre en puerta que parezca tomar la delantera? "Se puso chiva (sic) la cosa. Se cayó Bauza, Fossati no va. Cada vez que escuchamos a un dirigente de Racing, lo de Russo parece más difícil. Borghi dijo que no tiene currículum para dirigir a Boca y provoca dudas. ¡Sabés cómo nos van a criticar si lo traemos y nos va mal! Ojalá Ameal nos sorprenda entre lunes y martes con el entrenador", reconoció en off otro directivo.
Mientras tanto, las decisiones por tomar se acumulan. Los dirigentes quieren renovar sus contratos a Palermo, Riquelme -su operación de rodilla es otro de los datos negativos con los que Boca cierra el semestre- y a Battaglia. La lista de los que no van a seguir es larga: Ibarra, Barroso, Paletta, Rosada, Prediger, Insúa, Marino, Krupoviesa, Calvo, Morel Rodríguez es difícil que se quede. Gaitán ya fue vendido al Benfica, por Medel podría llegar una oferta del Sevilla. ¿Y qué decisión se tomará con Mouche después de lo de anoche? "Lo de Pablo es inexplicable, él dice que no dijo nada pero uno sabe que los árbitros no echan porque sí, va a tener que trabajar mucho para que no le vuelva a suceder", aceptó anoche Pompei.
¿Quiénes pueden llegar? Insaurralde está cerca, Clemente Rodríguez también. Pero van a hacer falta otros nombres, o que alguien tome la decisión de darles la titularidad a los más jóvenes. Pero para eso, claro, hace falta un técnico a cargo, y en este momento en Boca nadie sabe ni siquiera cuándo ocurrirá eso.
Desde ayer, el fútbol oficial de Boca está en receso. Pero el estado futbolero es grave, las decisiones no pueden tomarse vacaciones ni descansos. El Apertura parece lejos, pero si el equipo que viene no empieza a delinearse, se puede caer encima. "Ahora viene el tema de la gira y lo vamos a afrontar, mientras los dirigentes están trabajando un nuevo Boca", dijo anoche Pompei. Lo mejor que le puede pasar a Boca en estos días, parece, es que la Reserva salga campeona la semana que viene...

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