5 estudiantes mexicanas, entusiasmadas con las juergas en Argentina, provocaron la ira de sus vecinos que las dejaron encerradas
Vecinos de un edificio de la ciudad de Mendoza, en Argentina, trabaron el picaporte de la puerta del departamento de cinco chicas mexicanas con un caño de gas. Se trataría de una venganza por la cantidad de fiestas que ellas organizan. Primero fue una vez. Después otra, luego una más y, posteriormente, otra. Y así hasta que perdieron la cuenta. Lo cierto es que los vecinos del edificio ubicado en calle San Martín al 600 de capital se cansaron de tantas quejas y reclamos desoídos por "fiestas descontroladas" y "exceso de ruidos molestos" provenientes siempre del mismo departamento y tomaron una exagerada decisión. Durante la madrugada del martes, uno de los vecinos del condominio (quien no ha sido identificado) se dirigió hacia la puerta donde viven las cinco estudiantes mexicanas que están de intercambio en el país y que son las que tantos insultos y regaños han despertado entre los vecinos con sus festejos, y con un caño de gas trabó el picaporte. Eran las 2 y, en el interior del departamento estaban cuatro de las cinco chicas norteamericanas quienes, al sentir los ruidos extraños, se asustaron. Cuando una de las ellas observó por la mirilla, vio la silueta de un hombre alejarse y cuando intentó abrir la puerta, comprobó con que estaba trabada y -por ende- ellas estaban encerradas. Más allá del temor que sintieron en ese momento y de cualquier significación posible, la pista más fuerte apunta a una especie de ’venganza’ de los vecinos por tantas veces que se sintieron molestos e ignorados.
Es que las mismas chicas -que optaron por no hacer la denuncia formal del episodio- destacaron durante el procedimiento a personal de la Oficina Fiscal 1 que estaban totalmente seguras de que había sido ese el causante y admitieron que organizan reuniones muy a menudo. Las chicas pudieron volver a salir de su departamento algunos minutos después, cuando avisaron por teléfono a la dueña del inmueble y al encargado del edificio. Incluso, en un primer momento intervino hasta la cónsul mexicana en Mendoza, María Landa de González, quien se mostró asustada por la situación y alguna derivación delictiva.
Sin embargo, la diplomática luego bajó la guardia al enterarse de que se trataba de "un problema entre vecinos", tal como explicó Landa a Los Andes.
Las chicas, que tienen entre 20 y 25 años y están estudiando en Mendoza por medio de un intercambio cultural, se quedarán en la provincia hasta agosto. Lo cierto es que los vecinos del edificio esperan que, por medio de este susto, las chicas depongan la actitud que los molesta ya que tienen por delante tres meses más de estadía antes de volver a tierras aztecas.
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