Uruguay se queda sin soldados

Unos 2.500 pedidos de baja sufrió el Ejército en 2009, lo que equivale a perder siete soldados por día. La mayoría pasó a la Policía; otros a empresas vinculadas con Botnia, y un grupo menor apuntó a trabajar en la temporada turística. La información surge de un estudio hecho por el área de recursos humanos del Comando General del Ejército, a la que tuvo acceso El País. Allí se explica la preocupación que tiene el gobierno por la continua "fuga" de personal subalterno, más aún cuando se resolvió asignarle a Defensa tareas vinculadas con la seguridad de las cárceles. "La idea del gobierno es que, en los próximos cinco años, los sueldos de los militares subalternos se equipare con la Policía", dijo el subsecretario de Defensa, Gabriel Castellá.
La "emigración" de efectivos de la Fuerzas Armadas hacia la Policía, a tareas vinculadas a la planta de UPM (ex Botnia), a la construcción y a empresas de seguridad formó parte de la conversación entre el presidente de la República José Mujica y el jefe de la Armada, Óscar Debali, quienes se reunieron ayer en el Comando de esta fuerza naval. El salario de un militar subalterno ronda los $ 5.500 líquidos, mientras que un policía percibe $ 9.500 sin realizar el Servicio 222. Mujica dijo a la Armada que es "muy consciente" de los problemas que tiene el personal subalterno de las Fuerzas Armadas y quiere "dar solución" al mismo, dijo Debali tras la reunión. La Armada piensa incorporar nuevas y mayores unidades de superficie que su actual flota, para lo cual necesitará más personal. En ese marco, la mejora de los salarios prevista por el gobierno tendrá a ése como uno de los objetivos, afirmó Castellá. Atraídos por el mejor salario, soldados renunciaron a sus cargos para ocupar vacantes policiales. Un militar de menor rango puede duplicar sus ingresos si logra ingresar en la Policía porque tiene el beneficio de poder realizar el Servicio 222.
El soldado está sometido a un régimen horario intenso: entra al cuartel a las siete de la mañana y se retira a las 14 horas luego de almorzar. Sin embargo, algunas tardes o noches debe cumplir con un plan de ejercicios castrenses. Además, un par de veces a la semana debe efectuar guardias de todo el día.
Dada la baja escolaridad que se exige al personal subalterno, el Ejército es su última opción laboral. Cuando la entonces ministra del Interior, Daisy Tourné bajó las condiciones para ingresar a la Policía de tercer año liceal a primero del Ciclo Básico, muchos soldados vieron su oportunidad de cambiar de empleo, indicaron fuentes del Ejército.
La principal causa de las solicitudes de bajas se debe a que los soldados encuentran un empleo más remunerado y menos exigente desde el punto de vista físico. Por ejemplo, si surge un "boom" de la construcción en Punta del Este, todas las unidades militares ubicadas en Maldonado sufren una sangría, explicaron las fuentes.
Una frase muy usada por los pobladores fernandinos dice: "los inviernos son largos". Por ello, muchas personas con baja escolaridad optan por enrolarse en los cuarteles de Maldonado entre los meses de abril y octubre. Cuando llega el verano, piden la baja.
"Prácticamente no hay ingresos a los cuarteles de Maldonado en enero y febrero", dijo la fuente del Ejército.
El 16 de marzo de este año, en una reunión mantenida en la Base Aérea N° 2 de Durazno con los tres jefes de las Fuerzas Armadas, Mujica admitió la postergación salarial de los efectivos castrenses.
En el mismo encuentro, Mujica hizo un llamado a la "unidad nacional" y planteó que las Fuerzas Armadas no deben vivir "con razones del pasado" y sí con "razones del porvenir".
Un informe reservado del Área de Bienestar Social del Comando del Ejército, realizado en el 2009 mediante encuestas a personal superior y subalterno, concluyó que la situación socio económica del personal militar "es estructuralmente crítica", alcanzando niveles de pobreza "superiores" a los observados en el país.
El documento expresa que el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y el Plan de Equidad provocaron el descenso de los índices de pobreza e indigencia a nivel nacional. Sin embargo, "no incidieron" en el Ejército. Al Plan de Equidad accedieron "un número poco significativo" del personal y no les correspondía el Fonasa, indica el informe. "Por ello, los valores de pobreza e indigencia en el personal del Ejército se han mantenido y hasta acrecentado", agrega.
Según los técnicos de Bienestar Social, el factor determinante del nivel de pobreza del personal militar es por culpa de los bajos salarios.
El informe advierte que una estrategia usada por los soldados para mejorar sus retribuciones y la calidad de vida de sus familias es participar en misiones de paz de la ONU.
Salario: Un empleo mejor pagado es la principal causa de las solicitudes de baja.
Proyecto: La idea del gobierno es equiparar el sueldo de la Policía y el Ejército en 5 años.
Buques de alta mar y un petrolero pide la Armada a Mujica
La Armada aspira a renovar su flota incorporando al menos tres buques de gran porte y unidades aeronavales para estar en condiciones de asumir el control de la nueva extensión del mar territorial. Se propone reinsertarse en la actividad comercial con el transporte de crudo en un buque petrolero propio, según se planteó al presidente José Mujica durante una reunión sostenida ayer con el jefe de la fuerza, almirante Óscar Debali.
Uruguay gestiona ante Naciones Unidas la ampliación de su zona jurisdiccional marítima de las actuales 200 millas contadas desde la costa a 350 millas, lo que representa aproximadamente cien mil kilómetros cuadrados adicionales. La riqueza ictícola, así como la explotación de yacimientos de minerales, gas o petróleo del subsuelo es el beneficio a obtener con esta extensión, pero, a la vez, se asume el compromiso de patrullar la zona para ejercer la soberanía territorial. Para eso la actual flota naval, con buques con 40 años de edad promedio, es inviable según explicó Debali al presidente, dijeron a El País participantes de la reunión en la sede naval.
La incorporación de un buque petrolero -ya sea adquirido, por leasing o arrendado- permitirá al país bajar 25% el costo de los fletes que actualmente paga Ancap. Al mismo tiempo, dará a Uruguay "independencia estratégica", dijo Debali.
La Armada estudia las ofertas que hay en el mercado para elevar un pedido concreto al Poder Ejecutivo. Debali indicó a El País que para controlar la nueva superficie de mar territorial se necesitan al menos tres buques "de gran porte", es decir de más de 1.500 toneladas y 120 metros de largo.
Problemas sociales en ejército
Las Fuerzas Armadas poseen 30.000 efectivos. El Ejército cuenta con 20.000 uniformados; la Armada con 5.500 y la Fuerza Aérea, 4.500.
La mayoría de los oficiales y suboficiales del el Ejército viven en hogares unipersonales ubicados en los propios cuarteles, según un informe del Área de Bienestar Social de esa fuerza. Este estudio se realizó en el 2009.
El nivel de actividad remunerada entre los cónyuges del personal militar es muy bajo. Sólo el 43.90% manifestó tener alguna actividad, de los cuales el 22.70% son amas de casa. Sólo el 21.20% tiene un trabajo que les reporta ingresos.
Siete de cada 10 efectivos del Ejército se encuentran por debajo de la línea de pobreza. El 13.09% de los oficiales están debajo de ese umbral. En la misma situación se encuentran el 64.90% del personal. Dentro del 64.90% del personal considerado pobre, un 4% se encuentra por debajo de la línea de indigencia, dice el estudio.
Por bajos salarios se deben ir a la periferia
La carrera militar ya no es atractiva en el país, ni siquiera para los que pretenden convertirse en oficiales. La causa es el bajo nivel salarial cuyo declive se acentuó a partir de la crisis de 2002.
Según la última encuesta nacional que maneja el Departamento I (Personal y recursos humanos) del Estado Mayor del Ejército, el 10% del personal del Ejército vive en asentamientos, el 32% es propietario de su vivienda, el 44% es inquilino y otro 10% reside en una vivienda compartida con otras personas.
Los indicadores básicos estudiados para determinar esta categorización del personal incluyen disponibilidad de agua potable, situación de hacinamiento, servicio sanitario en el domicilio, vivienda, energía, capacidad de subsistencia y asistencia escolar de los hijos.
El informe da cuenta que el 22% de los hijos del personal subalterno ha desertado del sistema educativo formal, lo que termina por conformar un panorama de difícil reversibilidad.
Las escuelas de formación de oficiales registran un nivel decreciente de ingresos cada año, y han debido recurrir a campañas publicitarias y de marketing, aunque con un relativo resultado.