Murió el gallego que vivió 79 años en un hospital
Fue durante casi ocho décadas el inquilino de la habitación 415 del hospital provincial de la ciudad gallega de Pontevedra. Agapito Pazos Méndez murió de una parada cardíaca a los 82 años rodeado de la que consideraba su familia, el personal sanitario.
Su otra familia, la biológica, lo abandonó con tres años, con minusvalías físicas y psíquicas en una caja a las puertas del hospital en el que pasaría el resto de su vida. Según los medios locales, en esos años, Agapito pasó de la sección de pediatría a la de medicina interna e incluso se integró en las tareas del centro sanitario donde desarrolló algunas funciones de conserje y cuidador de otros pacientes cuando su salud se lo permitía. En ese tiempo, sólo salió en una ocasión de las cuatro paredes del hospital. Fue cuando tenía 60 años y un celador le llevó en su silla de ruedas a conocer el mar.
En el hospital por decisión judicial
Pazos, que fue tutelado por la Fundación Sálvora, permaneció casi 80 años en el hospital por una decisión judicial de 1993 cuando el centro sanitario se integró al sistema de sanidad pública.
Entonces, un juez determinó que Agapito “no podía cambiar de lugar porque le afectaría gravemente a su salud”, recuerda Antonio Zulueta, presidente de la Fundación Sálvora.
La historia de este hombre se ha hecho tan popular en España que, según el diario La Voz de Galicia, casi 30.000 personas han mostrado sus condolencias por la muerte del gallego en diferentes foros de internet.
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