México también es denunciado por abusos contra indocumentados

En medio de la polémica por una reforma legal que criminaliza a los indocumentados en Arizona, Estados Unidos, el gobierno de México es acusado de tolerar abusos y violaciones a derechos de los centroamericanos que ingresan sin permiso a su país. El señalamiento proviene de la organización Amnistía Internacional (AI). En su informe "Las víctimas invisibles: migrantes en movimiento en México", el organismo advierte "niveles alarmantes" de abuso que enfrentan "decenas de miles" de centroamericanos, que cada año cruzan territorio mexicano hacia EE.UU.
"Enfrentan una grave crisis humanitaria que los deja virtualmente sin acceso a la justicia, temerosos a represalias y deportación si denuncian los abusos", señala Rupert Knox, investigador para México de AI.
Las autoridades analizarán el informe antes de ofrecer una posición oficial, le dijo a BBC Mundo Luis Estrada, portavoz del Ministerio de Gobernación.
México es uno de los pocos países del mundo que es al mismo tiempo origen, destino y sitio de tránsito de migrantes indocumentados.
Con frecuencia el gobierno mexicano ha denunciado abusos contra migrantes mexicanos en EE.UU., y ha ratificado los principales tratados internacionales sobre derechos humanos, señala el documento.
Y al mismo tiempo, según Amnistía, la mayor parte de los centroamericanos que cruzan México hacia EE.UU. son víctimas de abuso. Son frecuentes los secuestros por bandas de delincuencia organizada, extorsiones de policías y violaciones sexuales.
En 2009, por ejemplo, la independiente Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) documentó que en seis meses se cometieron más de 9.000 plagios de indocumentados.
Pocos casos fueron resueltos. Según AI, por su condición migratoria las víctimas están virtualmente excluidas del sistema de justicia.
"Están condenadas a una vida de marginación, vulnerabilidad y explotación de bandas criminales y oficiales corruptos", advierte el documento.
Además, el organismo internacional denuncia, con base en encuestas y estudios de organizaciones civiles de México, que seis de cada diez mujeres indocumentadas sufrieron agresiones sexuales.
Algunas fueron cometidas por militares o policías, federales o locales.
El informe documenta el caso de una salvadoreña identificada como Margarita, quien denunció haber sido víctima de abuso sexual durante una revisión militar al tren en que viajaba.
El ataque habría ocurrido en Chiapas, al sur de México.
"El soldado me alejó hasta que estuvimos solos", contó Margarita a investigadores de AI. "Ordenó que me quitara la ropa para ver si traía droga. Dijo que si hacía lo que dijo me dejaría ir".
Casos como éste ocurren con frecuencia en la frontera entre México y Guatemala, le dice a BBC Mundo el sacerdote Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca, al sur de México.
"Casi todos los días tenemos casos de mujeres con historias de abuso sexual. Son pocas las que se salvan", cuenta.
A pesar de estas denuncias, Amnistía Internacional reconoce que las autoridades mexicanas han hecho esfuerzos para reducir los abusos de oficiales estatales contra indocumentados.
Es un asunto importante para el gobierno, dijo recientemente el presidente Felipe Calderón.
"Estamos obligados a darle un trato humano, justo, respetuoso a los migrantes de otros países que vienen aquí o pasan por México en busca de un mejor destino", dijo.
También hay esfuerzos en otros temas, como cancelar la sanción de cárcel a quienes ingresen al país sin documentos, o el mejoramiento de las estaciones migratorias.
Pero no es suficiente, insiste Amnistía. "Los abusos contra migrantes irregulares tiene una prioridad baja en muchas autoridades federales y locales", advierte el documento.