Reabren todos los aeropuertos españoles al alejarse la nube volcánica

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ha levantado desde las 15.30 todas las restricciones en los aeropuertos que se encontraban cerrados, debido a que las previsiones de situación de la nube volcánica indican que se aleja de la península.
En concreto, los aeropuertos que Aena mantenía cerrados, por razones de seguridad, eran los de Barcelona, Gerona, Reus, Sabadell, Asturias, Santander, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Logroño, dos de Palma de Mallorca, Menorca, Zaragoza y Huesca.
Desde las 8.30 horas de hoy permanece cerrado el aeropuerto de Lérida, que no pertenece a la red de Aena, aunque posiblemente también vuelva a abrir a la vista de la nueva previsión.
Esta decisión se ha tomado en coordinación con Eurocontrol y a la vista de las predicciones del Centro de Alerta de Cenizas de Volcanes en Londres, que ha cambiado el mapa de la ubicación de la nube de ceniza, que en las próximas horas estará más al norte de lo inicialmente previsto.
Está previsto que los aeropuertos españoles vayan recuperando sus operaciones progresivamente. El de Barcelona, por ejemplo, no recuperará toda su capacidad operativa hasta las 20.00.
Pruebas y peligrosAlgunas compañías aéreas han comenzado a hacer pruebas con vuelos sin pasajeros por debajo de la nube de cenizas. Tanto KLM como Lufthansa han hecho volar sus aparatos en Alemania con resultados satisfactorios y sin que se hayan producido daños.
Las autoridades han insistido en que la gigantesca nube de cenizas, que se mantiene en la parte alta de la atmósfera, no es peligrosa para la salud. Sólo en las zonas muy cercanas al volcán islandés o en el caso de que este material se posara en la superficie terrestre podría causar molestias, aunque eso es algo que todavía no se ha producido.
Ante la ausencia de transporte aéreo, las personas que necesitan cubrir grandes distancias han echado mano de otros medios de transportes. Trenes y autobuses circulan llenos en Europa e incluso se pagan carreras de miles de euros en taxi para llegar a destinos situados a más de 2.000 kilómetros.