"Me estoy divirtiendo"
Tiger Woods reconoce que se está "divirtiendo" en su regreso al golf. Al 68 del jueves se le sumó un 70 ayer (dos bajo par del día), lo que le coloca de lleno en la lucha por el título en un fin de semana que se prevé apasionante. Tiger afronta el sábado, el día del movimiento, sin aparente motivo para dudar de su capacidad para mantener su juego vivo hasta el final sin acusar la falta de competición.
Woods aprovechó tres de los cuatro pares 5 del Augusta National para restar golpes a su cuenta. Sólo firmó un bogey (hoyo 4, par 3), consolidando un gran putt en el 15 tras un defectuoso approach. Y dio ánimos suficientes a sus seguidores como para seguir confiando en que este Masters no será una fiesta inglesa. ¿Británicos en Augusta? De Inglaterra, como Nick Faldo, hoy comentarista en la televisión yanqui, último vencedor del país de la rosa, en 1996, 14 años atrás.
La maldición se puede romper mañana si dos hombres de pura Ryder siguen putteando como ayer. Son Lee Westwood (cuarto golfista mundial, primer europeo sin ninguna duda) e Ian Poulter, que cada vez viste menos extravagante y juega mejor al golf. Ellos defiende el orgullo de los inventores: tradición contra un puñado de asiáticos (Choi, Yang y el asimilado Kim), golfistas de categoría pero huérfanos de Masters, chaquetas verdes y enfrentamientos contra el nuevo Tiger. Ahí está su problema. Que están a mitad de camino y nadie ha desbancado al bicho que todos temen. El mejor sigue siendo Tiger y tiene el Masters en su mano una vez más. Y no lo gana desde 2005...
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