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CAUSA ABIERTA

Soldados de EEUU retiraron balas de cadáveres y limpiaron heridas con alcohol para ocultar matanza en Afganistán

Soldados de EEUU retiraron balas de cadáveres y limpiaron heridas con alcohol para ocultar matanza en Afganistán

Las fuerzas especiales estadounidenses estuvieron detrás de la muerte de cinco civiles afganos, reconocida ayer por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán, y mintieron a sus superiores sobre lo ocurrido tras retirar las balas de los cuerpos y limpiar las heridas con alcohol, según informa este lunes el diario británico 'The Times', que cita a investigadores afganos. Dos mujeres embarazadas, una adolescente, un agente de policía y su hermano fueron abatidos el pasado 12 de febrero cuando fuerzas especiales estadounidenses y afganas irrumpieron en su casa en la localidad de Jataba, a las afueras de Gardez (este). Inicialmente, la ISAF había asegurado que todos ellos estaban muertos antes de que la fuerza de asalto encontrara sus cuerpos, pero finalmente ayer admitió que habían sido abatidos por ésta.
"Pese a las informaciones previas, hemos determinado que las mujeres fueron abatidas accidentalmente como resultado de los disparos de la fuerza conjunta contra los hombres", señaló el portavoz de la ISAF, teniente coronel Todd Breasseale, en un comunicado, en el que sin embargo se sigue negando que se encubrieran los hechos y que la investigación legal en curso no ha hallado pruebas de conducta inadecuada.
El cuartel general de las fuerzas estadounidenses y aliadas, que comanda el general Stanley McChrystal, había asegurado inicialmente que las mujeres estaban "atadas, amordazadas y asesinadas". Sin embargo, un alto responsable afgano implicado en la investigación gubernamental indicó al 'Times' que cree que "las fuerzas especiales mintieron a McChrystal."
"¿Por qué las fuerzas especiales se llevaron las balas de la zona?", se preguntó. "Limpiaron la zona de las heridas con alcohol y extrajeron las balas de los cuerpos. Los cuerpos mostraban grandes agujeros", explicó. Según este responsable, la fuerza de asalto selló el recinto entre las 4:00 horas, cuando comenzó la operación, y las 11:00 horas, cuando se permitió finalmente el acceso a la casa a responsables afganos de Gardez.
Según el investigador, se dispararon al menos once balas en la redada, aunque sólo se recuperaron siete, y los disparos fueron realizados por dos estadounidenses apostados en el tejado del recinto.
Haji Sharabuddin, el cabeza de la familia atacada, señaló al 'Times' el mes pasado que los soldados retiraron las balas de los cuerpos de sus familiares, pero sus denuncias no pudieron ser verificadas.
La OTAN prometió una investigación forense conjunta en un comunicado tras el incidente, pero su director de comunicaciones en Afganistán, almirante Greg Smith, indicó que no ha sido posible ya que los cuerpos fueron enterrados el mismo día de acuerdo con las costumbres islámicas. En lugar de ello, el Ministerio del Interior afgano envió a su principal investigador criminal desde Kabul y un general de brigada canadiense realizó una investigación militar paralela.

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