British Airways no vuela, pero...

La compañía aérea británica British Airways intentará que este fin de semana la mayoría de los clientes puedan volar a sus destinos, a pesar de la huelga de tres días iniciada hoy por sus tripulantes de cabina. La aerolínea asegura en su página web que el tráfico aéreo programado para hoy presenta "normalidad" en los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick.
Además, el consejero delegado de la aerolínea, Willie Walsh, ha pedido a través de un vídeo colgado en YouTube "disculpas" a los pasajeros afectados por las movilizaciones y ha insistido en que la compañía está "preparada" para afrontar estas tres jornadas de paros bajos los estándares de "calidad y seguridad".
Las movilizaciones, convocadas por el sindicato británico Unite, secundarán siete días de huelga este mes de marzo -del 20 al 22 y del 27 al 30-, lo que ha obligado a la compañía a cancelar 1.100 vuelos de los 1.950 programados en estas tres primeras jornadas de paros, lo que supone el 56% de los vuelos.
La convocatoria de huelga se mantiene como estaba previsto, después de que la dirección de British Airways y representantes de Unite apuraran ayer las últimas oportunidades de alcanzar un acuerdo, que finalmente no fue posible.
El plan de ajuste de British Airways
La aerolínea británica, que ultima su fusión con Iberia, planteó en noviembre del pasado año la baja voluntaria a más de 1.000 empleados TCP y la reducción a la mitad de la jornada para 3.000 trabajadores, que justificó por la caída de ingresos como consecuencia de la crisis, que se está cebando especialmente con la industria aérea. Además, el plan de contención de gastos contenía la congelación salarial de dos años a partir de este año, así como la reducción de 15 a 14 tripulantes en los vuelos de larga distancia, lo que, según los sindicatos, repercutiría tanto en la calidad del servicio prestado como en las retribuciones de los trabajadores.
BA ha elaborado un plan de contingencia para afrontar la huelga de los TCP por el que garantiza el 65% de los vuelos programados para esos días, gracias al "significativo incremento" del personal dispuesto a trabajar y a unas 60 aerolíneas dispuestas a ceder sus plazas para los pasajeros afectados por la huelga.