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CAUSA ABIERTA

Legisladores de EEUU reprenden al presidente de Toyota que pide disculpas hasta el cansancio

Legisladores de EEUU reprenden al presidente de Toyota que pide disculpas hasta el cansancio

Bajo una andanada de críticas, el presidente de Toyota, Akio Toyoda, se disculpó el miércoles de manera personal e insistente ante el Congreso y frente a millones de estadounidenses ansiosos, por los defectos mortíferos en varios modelos de automóviles producidos por la compañía japonesa. Por su parte, los legisladores estadounidenses hicieron manifiesto su disgusto y señalaron que una disculpa no es suficiente.
"¿Dónde está el remordimiento?", preguntó la representante demócrata Marcy Kaptur. Y el republicano John Mica mostró en todo lo alto un reporte en el que Toyota se congratulaba por haber eludido una investigación sobre seguridad.
Mica consideró que ese documento era "absolutamente espeluznante".
Sobre la disculpa de Toyoda, Kaptur dijo: "No creo que ésta refleje un remordimiento significativo por las personas que han muerto". Funcionarios federales de seguridad han recibido reportes que vinculan 34 muertes en Estados Unidos a los defectos de seguridad en los autos y furgonetas de Toyota durante la última década.
"Expreso mis más sinceras condolencias a ellos, desde el fondo de mi corazón", respondió Toyoda, nieto del fundador de la mayor empresa automotriz del mundo. "Lamento profundamente cualquier accidente que los conductores de un Toyota hayan experimentado".
Lo que es más importante para los conductores estadounidenses es una mejor explicación sobre el motivo de los lentos pasos de Toyota para atender los defectos y dar garantías creíbles sobre la reparación de los problemas de aceleración súbita e involuntaria de los vehículos. Y los legisladores presionaron a Toyoda para que diera esa información.
Toyoda dijo que esos cambios se realizan en una operación prácticamente incesante, pero insistió en la postura de la empresa, la cual niega que las fallas tengan relación con los sistemas electrónicos de los vehículos.
Muchos conductores que presentaron quejas con Toyota y el gobierno señalan que los problemas de aceleración no tuvieron relación alguna con un tapete que habría bloqueado los pedales, ni con el hecho de que éstos, basados en un sistema de gas, se hayan trabado. La compañía había señalado esos factores como la causa de los problemas.
Algunos expertos externos han sugerido que hay un problema electrónico.
Toyota ha retirado del mercado 8,5 millones de vehículos, incluidos 6 millones en Estados Unidos, la mayoría para reparar problemas con los tapetes en los que se trababan los pedales a gas o para corregir el funcionamiento de esos mismos pedales.
El directivo dijo que la empresa ha dado grandes pasos para poner "la seguridad primero", y que trabajaba duro para reparar los millones de automóviles y furgonetas que se han retirado del mercado.
También el miércoles, la compañía informó que recogerá gratis los vehículos cubiertos por la orden de retiro en los hogares de los propietarios estadounidenses, pagará los costos de transporte de los consumidores y les dará autos de alquiler sin costo durante el periodo de reparación. El proyecto fue anunciado originalmente como parte de un acuerdo entre Toyota y el estado de Nueva York.
Toyoda dijo también que los nuevos sistemas para permitir que los frenos puedan parar los vehículos con pedales a gas han sido incorporados en los nuevos modelos.
"Pese a ello, los accidentes pueden ocurrir", dijo ante la Comisión de Supervisión y Reformas Gubernamentales, el segundo de tres paneles del Congreso que examinó los problemas de Toyota.
Toyoda, de 53 años, permaneció sereno cuando algunos legisladores demócratas y republicanos tronaron contra la compañía por los problemas de seguridad.
Permaneció firme en varios temas, incluso cuando dijo que confiaba "absolutamente" en que las causas de la aceleración súbita eran mecánicas y no constituían un mal diseño en el sistema de control electrónico. Muchos expertos en seguridad y legisladores han sugerido que no pueden descartarse fallas en los sistemas electrónicos.
Mica consideró que éste había sido un día vergonzoso, no sólo para Toyota, sino para los reguladores de seguridad en Estados Unidos, que según varios legisladores, debieron haber actuado de manera más expedita y firme.
En un momento, Mica levantó una copia de un documento interno de Toyota, que data de julio del 2009, donde la empresa consideraba que se había anotado un "triunfo" al lograr un acuerdo con el gobierno federal estadounidense, para que hubiera un retiro más limitado en relación con los tapetes. El documento señaló que el acuerdo ahorró 100 millones de dólares a la compañía.
Esa presentación iba dirigida a Yoshimi Inaba, jefe de Toyota Motor North America, quien se sentó junto a Toyoda ante la mesa de quienes comparecían.
"Esto es incoherente con los principios rectores de Toyota", reconoció Inaba ante Mica.

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