Los pitones invadieron la Florida y comenzó la cacería
La superpoblación de pitones birmanas se ha convertido en un problema tan grave que las autoridades del estado de Florida establecieron una temporada de caza libre del 8 de marzo al 17 de abril con la idea de poder eliminar parte de los 100.000 ejemplares de ese reptil de origen asiático que se ha extendido por los pantanos de los Everglades. "Durante los meses más fríos estos reptiles de sangre fría suelen solearse en los diques, en las orillas de los canales y en las carreteras para calentarse. En esta época es más fácil encontrarlas, capturarlas y sacarlas del medio ambiente", señaló la Comisión de Conservación de Pesca y Fauna Silvestre del estado de la Florida (FWC, según sus siglas en inglés) en una nota de prensa.
Las autoridades llevan años tratando de deshacerse de ese reptil, una serpiente constrictora que puede alcanzar varios metros de largo y casi 200 kilos de peso. El animal es oriundo del sudeste asiático.
"Están destruyendo nuestro ecosistema. Se están comiendo los ratones, conejos, ardillas, zorros, perros, pájaros y hasta caimanes", señaló a BBC Mundo Joshua Zamarti.
El joven de 23 años de edad es uno de 150 cazadores con una licencia especial que les permite cazar "reptiles preocupantes" durante todo el año. Con este último anuncio ahora podría haber miles de cazadores adicionales ya que durante la temporada especial cualquiera que tenga un permiso de caza y abone US$26 podrá salir a buscarlos.
Los biólogos del Parque Nacional Everglades, una de las reservas ecológicas del mayor pantano de América del Norte ubicado al sur y oeste de Miami, sospechan que los reptiles fueron introducidos en el sur de Florida por personas que los abandonaron tras percatarse de que sus mascotas habían alcanzado dimensiones inmanejables.
Las autoridades locales recientemente comenzaron a exigir que las tiendas de mascotas inserten microchips en los reptiles antes de venderlos para luego poderlos ubicar con facilidad. Algunos expertos sostienen que debería prohibirse totalmente la venta de especies exóticas como la pitón birmana.
La FWC exige que los cazadores maten a los reptiles antes de sacarlos de las reservas ecológicas.
"Estos animales pueden ser extremadamente peligrosos, sobre todo los ejemplares silvestres", señala Zamarti.
"Si tienes una pitón birmana de 8 metros suele pesar unos 180 kilos. Eso es todo piel, músculo y hueso. Eso es lo único que tienen. Están diseñadas para constreñir animales grandes, matarlos y luego tragarlos", agrega.
El cazador vive a pocos kilómetros del parque de los Everglades y sale a buscar su presa casi todas las noches con una linterna puesta en la cabeza mientras maneja su camioneta.
Zamarti confiesa que corre el riesgo de convertirse en presa, pero aclara que "no pueden comernos, pero definitivamente se pueden enrollar alrededor de uno y matarnos si no llevamos a alguien para vigilarnos".
La primera vez que atrapó una pitón "pisé el freno, salté del auto, corrí hacia ella, la atrapé. Ni me puse a pensar si podía morderme, simplemente la agarré por la cola y luego rápidamente la sostuve por la cabeza".
Este año Florida, al igual que muchas partes de Estados Unidos, ha tenido un invierno con temperaturas más bajas de lo normal.
La FWC ha encontrado centenares de pitones que se congelaron, pero Zamarti teme que "tomará años y mucho esfuerzo arduo" controlar la superpoblación de pitones.
La otra alternativa sería que el medio ambiente se adapte a estos reptiles.
"Uno nunca sabe. Puede que lleguemos a una situación en que digan que las pitones birmanas son tan nativas del sur de Florida como de Birmania", señala.
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