"El Niño" no tiene nada que ver con los incendios forestales en Colombia, la culpa es de los pirómanos

El capitán Miguel Ángel Colón, del 'National Fire Protection Association', propone más vigilancia.
Tan rápido como se enciende la cabeza de un fósforo al contacto con el fuego, así pareciera que se están extendiendo los incendios forestales por el país.
Según la Confederación Nacional de Cuerpos de Bomberos de Colombia, en lo que va corrido del año, hasta el lunes 15 de febrero, se han presentado 1.311 quemas en todo el país. "Y en todo el 2009 los incendios no superaron, ni siquiera, los 1.000", señaló Carlos Humberto Rivera, presidente de esa organización.
Ante la urgencia, en los últimos días, 411 comandantes de los cuerpos de bomberos nacionales se reunieron en Rivera (Huila) para intentar descubrir, con investigadores de incendios internacionales, qué podría estar causando la crisis y cómo solucionarla.
Ahí estuvo el capitán Miguel Ángel Colón, quien fue bombero durante 30 años en Puerto Rico y actualmente trabaja con la NFPA (National Fire Protection Association), una organización estadounidense reconocida por sus investigaciones sobre el tema.
En entrevista con EL TIEMPO, Colón analizó la problemática que se vive en Colombia, y que se ha incrementado en los últimos meses con la temporada seca que ha producido el fenómeno de 'El Niño'.
Para Colón, si bien el tiempo seco no produce directamente los incendios, el fenómeno de 'El Niño' sí le da oportunidades "a estos pirómanos, o a personas descuidadas o negligentes, de 'pegar' fuego", dice. "El fuego no se da por auto combustión. Los fuegos son provocados. Los pastos están más secos y hay más probabilidades de que cualquier hierba prenda", agrega.
¿Qué motiva a una persona prender en llamas un bosque?
Pueden ser muchas razones. Desde la simple vileza de quemar y ver cómo la prensa después habla de esas quemas monumentales sabiendo que él (el pirómano) fue quien las provocó. También está el hacendado al que se le pasa la quema, o el que hace su hoguerita y después se le olvida cómo debe apagarse.
Además, están las personas que tienen la tendencia a quemar basuras, o aquellos que abandonan hogueras en los pastos. Pero realmente una omisión de ese tipo debe verse más como negligencia.
¿La piromanía y la vanidad, como mencionó antes, van de la mano?
Claro, en todo el mundo se sabe de ese tipo de conducta. Está el caso de aquel que quema un vecindario y luego se presenta para aplaudir la acción de los bomberos, por ejemplo. Aquí en Colombia tiene que estar pasando eso, con tanto fuego que ha habido, no puede librarse de esa posibilidad.
¿Cómo se puede contrarrestar esto?
Identificar pirómanos no es fácil. Es cuestión de vigilancia, de prevención. Nadie sabe dónde se esconde un pirómano ni dónde va a comenzar un incendio.
Ellos sí lo saben, pues hacen un análisis de hacia qué dirección va a llegar ese fuego. Si quieren acabar con una villa, ellos hacen un análisis de viento y de tiempo en que el fuego va a llegar a la villa.
¿Cuáles serían esas estrategias de prevención?
En Estados Unidos la vigilancia de los bosques es enorme. Eso limita la cantidad de fuego. Hay ciudadanos a los que se les da un incentivo para que vayan custodiando sus bosques. Y en términos de la extinción, los bomberos deben tener mejores elementos para apagar un fuego: helicópteros, aviones con agua. Se gasta menos (dinero) en vigilar, que en extinguir.
Informe de incendios forestales en el país
De acuerdo con cifras entregadas por el Sistema Nacional de Atención y Prevención de Desastres, hasta ayer se registraban 24 incendios forestales, que sumaban 32.870 hectáreas arrasadas.
De esos, incendios 17 siguen activos, lo que significa que aún no han sido controlados por las autoridades. Los siete restantes están bajo control; lo que no quiere decir que la tierra haya dejado de arder, sino que, por la acción de los bomberos, el fuego no seguirá expandiéndose.
La ola de incendios en el país ha afectado 334 municipios de 24 departamentos. Aproximadamente el 95 por ciento de los incendios son generados por la acción humana, afirmó la viceministra de Ambiente, Claudia Mora.