Exitoso páncreas artificial para diabetes
Científicos británicos demostraron que un nuevo dispositivo que actúa como páncreas artificial puede ser utilizado para regular los niveles de azúcar en la sangre de niños con diabetes tipo 1. El aparato consiste en la combinación de un sensor de "tiempo real" que mide los niveles de glucosa del paciente y una bomba que libera insulina.
El ensayo clínico encontró que el dispositivo puede mejorar el control de glucosa en la sangre durante la noche.
Los resultados del ensayo -publicados en la revista The Lancet- mostraron que el páncreas artificial redujo significativamente el riesgo de que los niveles de glucosa de los pacientes cayeran a niveles peligrosamente bajos.
El avance ha sido calificado por los expertos como un paso muy importante en el manejo de la enfermedad.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica y potencialmente letal, que se produce cuando el páncreas no puede producir insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar -o glucosa- en la sangre.
En el estudio, llevado a cabo en Universidad de Cambridge, Inglaterra, participaron 17 niños y adolescentes con diabetes tipo que utilizaron el dispositivo durante 54 noches que permanecieron internados en un hospital.
De forma individual, los dos componentes del aparato -el sistema de monitoreo de glucosa y la bomba de insulina- ya están disponibles en el mercado y se usan de forma extensa.
Pero para convertirlos en un sistema de "círculo cerrado" que pudiera monitorear la condición del paciente y suministrar tratamiento como corresponde, los investigadores desarrollaron un algoritmo sofisticado para calcular la cantidad adecuada de insulina que se debía suministrar basados en las lecturas de tiempo real de la glucosa.
Posteriormente midieron si el sistema de páncreas artificial podía controlar mejor los niveles de glucosa que la bomba regular continua que utilizaban los niños, la cual libera insulina según la cantidad indicada previamente.
Crisis letal
Se llevaron a cabo pruebas en distintas circunstancias. Por ejemplo, durante la noche, cuando los niños se iban a la cama después de consumir una cena grande -la cual puede conducir a un "apilamiento" de insulina- o después de haber llevado a cabo ejercicios.
Estas dos actividades pueden provocar un aumento en el riesgo de episodios de bajos niveles de glucosa, conocidos como choque hipoglucémico.
En general, los resultados mostraron que el páncreas artificial logró mantener los niveles de glucosa en el rango normal durante 60% del tiempo, comparado con 40% de la bomba continua.
Y el páncreas artificial redujo a la mitad el tiempo que los niveles de glucosa cayeron debajo de 3,9 mmol/l (milimoles por litro), el nivel considerado como hipoglucemia moderada.
También evitó que la glucosa en la sangre cayera debajo de 3,0 mmol/l, que se define como hipoglucemia significativa, comparado con nueve eventos de hipoglucemia en los grupos de control.
"Éste es el primer estudio controlado que muestra el beneficio potencial de los sistemas de páncreas artificial durante la noche utilizando sensores y bombas comercialmente disponibles" afirma el doctor Roman Hovorka, quien dirigió el estudio.
"Y éste es el primer paso para que el sistema pueda ser probado en casa del paciente".
Avance
Por su parte, el doctor Aaron Kowalski, de la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil, dijo a la BBC que el avance es "sumamente importante".
"Con la diabetes tipo 1 enfrentamos enormes desafíos, porque significa caminar en una línea muy fina entre la hipoglucemia y el nivel alto de azúcar, los cuales provocan las terribles complicaciones de la enfermedad, como ceguera, enfermedad renal y amputaciones" afirma el experto.
"Esos son los riesgos a largo plazo. Pero a corto plazo la hipoglucemia es un riesgo que el paciente enfrenta todos los días y que puede ser letal".
"Pero este estudio demuestra que con un programa de computación podemos mejorar de forma dramática el control de glucosa y, lo más importante, podemos reducir el riesgo de los terribles episodios de bajos niveles de azúcar que tanto los pacientes como sus padres temen tanto", expresa el experto.
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