Cómo vieron los colombianos el triunfo del Racing uruguayo y la eliminación de Junior de la Libertadores
Dos goles de Líber Quiñónez castigaron la falta de eficacia del equipo colombiano, que no supo atacar y se regaló al final. Junior se convirtió en el protagonista del primer fracaso del fútbol colombiano en el 2010. Racing de Uruguay, con solo dos opciones para anotar, castigó la falta de eficacia del equipo barranquillero, lo derrotó 2-0 y lo sacó de la Copa Libertadores.
Los uruguayos no tuvieron que hacer un gran esfuerzo para avanzar. Con la tranquilidad que le daba el hecho de saber que el 0-0 le daba la clasificación, se agrupo en 20 metros, en una cancha angosta como la del Parque Central, el estadio de Nacional de Montevideo, y Junior se estrelló, literalmente, contra un muro.
Y para completar, el arquero Adrián Berbia le dio un doble regalo a Racing para que se fuera en ventaja: soltó un remate desde afuera del área y dejó el balón bailando cinco metros delante de él. Cuando Néstor Silva, el mismo 'Falucho' de Millonarios, fue a buscar la pelota, le mandó un manotazo al tobillo. Penalti claro, que Líber Quiñónez convirtió en el 1-0 parcial, a los 13 minutos.
Los 77 restantes se parecieron más a un juego de squash que a un partido de fútbol, en el que Junior veía cómo la bola rebotaba en los defensas locales y que no pateó una sola vez al arco en todo el segundo tiempo. Es más, se regaló en defensa, quedó con un solo volante de marca y Racing, en un contragolpe de entre Román Cuello y Quíñónez, terminó con el segundo gol de este último, a los 41 del segundo tiempo. La Libertadores solamente duró 180 minutos. (El Tiempo)
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