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CAUSA ABIERTA

Colombia: ¿Violencia contra el sindicalismo?

Colombia: ¿Violencia contra el sindicalismo?

Escribe Jorge Salazar
Decir 'mamerto cascarrabias' es pleonasmo. Lo que 'mamó' e hizo ir a los M-19 del PC (y las Farc) fue, entre otras cosas, la cantaleta. En Jaime Bateman, biografía de un revolucionario se lee este comentario de Otty Patiño: "(...) lo estaban recriminando a uno por X o Y cosa que no había funcionado; todos eran de muy mal genio". Según Darío Villamizar (pág. 95), las discusiones internas tenían términos desobligantes, confrontaciones físicas y acusaciones recíprocas de 'traidor' y 'agente de la CIA'. Álvaro Delgado, en Todo tiempo pasado fue peor, refiere que miembros de la cúpula de la UP fueron secuestrados o asesinados por las Farc, con el visto bueno -o silencio cómplice- del PC. Del mal genio se pasa fácilmente al odio 'altruista' y a la violencia de 'clase'. En la cartilla de 'formación' para jóvenes comunistas hay esta frase del Che: "Es imprescindible por encima de todo mantener vivo nuestro odio y aumentarlo hasta el paroxismo. Odio como factor de lucha, odio intransigente al enemigo". ¡Eso es el pasado!, dirán. ¡No! Si quieren probar veneno terrorista actualizado, lean el proemio de las Farc -en su periódico digital Anncol- al escrito de Jorge Enrique Botero contra el suscrito, publicado el sábado 23 en este periódico. Si yo no mantuviera en mi cerebro altas dosis de suero antiofídico, habría caído sincopado.
EL TIEMPO (domingo 24) permite contrastar la realidad colombiana con la pintura que hacen los malgeniados. Dice un médico israelí (pág. 11): "(...) es magnífico trabajar codo a codo con su gente (colombiana). Son muy profesionales, muy juiciosos, hemos aprendido muchas cosas de ellos, deberían estar ustedes orgullosos". Se refería a la misión médica que está salvando vidas y paliando el dolor en Haití. ¿Cuál hubiera sido la versión mamerta? Gobierno derechista de Colombia, aliado incondicional en la invasión norteamericana a Haití, envió misión de espías disfrazados de médicos y bomberos.
Otro titular: "Los colombianos son los inmigrantes hispanos menos pobres en E.U. Tienen los mejores ingresos por familia, el menor nivel de pobreza y sobresalen por su educación". La versión mamerta sería: colombianos huyen al exilio por amenazas del Gobierno, trabajan tres turnos para mandar mendrugos a sus familias. Esos 'pobres vergonzantes' sólo tienen una esperanza de regreso, que las Farc y las fuerzas progresistas liberen a Colombia.
En la referida edición dominical apareció anuncio pagado escrito por plumas de la bigornia, un comunicado de Fecode (pág. 15), cuya virtud es dejarnos saber lo que piensan sin tener que imaginárnoslo o colegirlo. Lo primero que sorprende es el cúmulo de errores de ortografía y la arbitraria utilización de la puntuación en un documento de los profesores. La explicación es obvia: el libelo fue escrito por la cúpula sindical, ignorante y sectaria, que usurpa la representación de la base magisterial. Esa base es democrática, culta, uribista y 'ministerista' (o amiga de la ministra Vélez White); son maestros serios, que han formado a esa juventud que recibe elogios en E.U. y Haití, y que, seguro, son enamorados de la ortografía y de la sintaxis.
En el contenido, el panfleto 'fecodiano' es un bodrio politiquero y ultraizquierdista; publicidad electoral para los candidatos de Fecode (Vía Polo Democrático) a repetir período senatorial.
Y, claro, ¡déle con la cantaleta sobre la Colombia invivible! En el punto 4 condenan el asesinato del biólogo, profesor Jaime Bazante (Cauca), e insinúan que fue violencia estatal contra el sindicalismo. ¡Mentira! Fue un asesinato de las Farc contra un demócrata y uribista, que eso era el profesor Bazante. ¡Ah!, en Amazonas fue asesinado un profesor. ¡Sí! Pero no mientan, no dañen más a Colombia. Murió en una riña en Tabatinga. Con cuentos como esos fue como lograron una declaración contraevidente: que Colombia es el 'país más peligroso del mundo para los sindicalistas'.

 

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