El ex presidente del Banco Central de Argentina dice que tiene lista de corruptos en el gobierno y podría ir preso si no la presenta
La crisis institucional por la decisión de la presidenta argentina Cristina Kirchner de despedir por decreto al titular del Banco Central, Martín Redrado, sumó el lunes un nuevo capítulo luego de que la policía impidiera al funcionario ingresar a la sede de la institución. "La justicia ha protegido las reservas, que dan tranquilidad y permiten proteger los ahorros de los argentinos. No tengo más comentarios, muchachos", dijo Redrado el lunes a los periodistas que lo aguardaban en la puerta de su lujosa casa después de que la policía le impidiera el domingo el ingreso al Banco Central.
En un día inusual, el funcionario concurrió el domingo con sus abogados al Banco Central para intentar acceder a su despacho, pero policías federales le negaron el ingreso.
Kirchner removió semanas atrás a Redrado de su cargo por decreto por negarse a usar reservas del Banco Central para la formación de un fondo por USD 6.569 millones destinado a pagar parte de la deuda de 2010, pero un amparo lo repuso en el cargo, aunque un fallo posterior de un tribunal en segunda instancia no lo confirmó en su función, según interpretaron juristas.
El vicepresidente del Banco Central Miguel Angel Pesce se mantenía como jefe provisorio de la autoridad monetaria este lunes y Redrado no intentó hasta el mediodía del lunes volver a ingresar a su despacho.
Redrado redobló su disputa este lunes contra el gobierno y dijo tener una lista "de personas amigas del poder que compraron dólares", aunque sostuvo que "por ahora" no difundirá sus nombres.
En una escalada de acusaciones mutuas, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que Redrado podría ser denunciado por el presunto delito de encubrimiento, al negarse a identificar a los integrantes de la supuesta lista.
El gobernador de la autoridad monetaria había dicho el domingo a su vez que denunció penalmente a Fernández, el principal ministro del gobierno, por considerar que le "impedía cumplir sus funciones".
Redrado, quien fue designado en el cargo en 2004 durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-07), esposo de la actual mandataria, apeló su despido ante la jueza María José Sarmiento, quien lo confirmó en el cargo, a la vez que la magistrada prohibió el uso de reservas para pagar la deuda.
El viernes, un fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo ratificó la prohibición de usar las reservas para pagar la deuda de 2010, aunque no confirmó a Redrado en el cargo, según la opinión de constitucionalistas.
La mayoría de los partidos opositores, que en un principio habían respaldado al jefe del Banco Central, le fueron retaceando el apoyo a medida que se extendía la crisis.
Una comisión del Congreso debe pronunciarse esta semana sobre la remoción de Redrado, aunque esa opinión no es vinculante para el Ejecutivo.
La presidenta había sorteado esa instancia emitiendo sólo un decreto de necesidad y urgencia para echar a Redrado, lo que generó una catarata de críticas de la oposición, que la obligó a volver sobre sus pasos y consultar al Congreso.
El gobierno considera que el fondo formado con reservas del Banco Central le daría mayor certidumbre en los mercados internacionales cuando se prepara para lanzar el canje de la deuda que aún está en default desde 2001, por unos 20.000 millones de dólares.
En 2005, Argentina renegoció 76,15% del total de la deuda que había caído en mora, la mayor de la historia, por 90.000 millones de dólares.
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