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CAUSA ABIERTA

Una uruguaya se salva de ser ejecutada en China pero cumplirá cadena perpetua

Una uruguaya se salva de ser ejecutada en China pero cumplirá cadena perpetua

Una ciudadana uruguaya cumple cadena perpetua en una prisión china por intentar ingresar al país asiático 2,5 kilos de cocaína. Investigan a qué organización pertenece.
Sola en el monstruoso aeropuerto de Beijing. Pero con la cantidad suficiente de cocaína como para recibir una inyección fatal, como suelen aplicarles en China a los narcotraficantes que son capturados con más de 50 gramos de droga. Sola, pero con 2 kilos 452 gramos de cocaína, encontraron las fuerzas de seguridad chinas a una ciudadana uruguaya, sexagenaria, quien fue detenida y luego de un largo proceso judicial condenada a prisión perpetua, el pasado 25 de noviembre. La encontraron sola pero todo hace suponer que forma parte de alguna red u organización, revelaron fuentes diplomáticas a Ultimas Noticias.
Según información en poder de la sede diplomática en ese país, la ciudadana había tomado un vuelo desde Beijing hacia la isla de Macao con la droga en su poder.
La información a nivel del gobierno sigue siendo confidencial ya que se abrió una línea de investigación a partir de la detención de la delincuente que estudia los posibles vínculos con una red mayor de narcotráfico.
Fuentes consultadas indicaron que podría haber sido condenada a la pena de muerte pero el hecho de ser mujer y no tener armas oficiaron como atenuantes para su causa. "Se salvó de la pena de muerte. No es que llevaba unos poquitos gramos encima", explicó un informante.
A su vez, se aseguró que desde Cancillería se siguió todo el proceso y que la hija de la ciudadana uruguaya había realizado llamadas para interiorizarse de la situación.
Más aún, las fuentes diplomáticas afirmaron que la compatriota contrató costosos abogados para su defensa, lo que también genera indicios en cuanto a la magnitud y alcance de la organización de la que formaría parte.
También en China se abrió un proceso judicial contra un compatriota que trasladaba droga y fue detenido con documentación uruguaya falsa en su poder. Según la cédula apócrifa, nació en 1977. El caso está siendo seguido por la sede diplomática uruguaya en China.
SEVERIDAD
Desde hace cuarenta años que China trabaja a nivel legislativo para darle un marco normativo a la lucha contra el cultivo, producción, consumo y venta de drogas. Ante la proliferación de las drogas en las últimas dos décadas -se estima que el consumo creció un 35%-, el país oriental aceleró el paso en la legislación sobre el control de las drogas y promulgó una serie de leyes y decretos; el último conocido como "la nueva ley antidrogas" que entró en vigencia en junio de 2008.
El severo castigo de las infracciones relacionadas con las drogas es una de las características más sobresaliente de la legislación penal. La normativa china impone la pena capital a los implicados en los casos de tráfico, venta, transporte o producción de drogas de máxima gravedad. Ser detectado con 50 gramos basta para recibir la inyección letal. En total el Código Penal chino tipifica y determina penas para 12 delitos relacionados con este tipo de sustancias.
La nueva ley contempla la posibilidad de registros policiales en lugares públicos y castigos no solo a consumidores y vendedores, sino también a propietarios de locales en donde se consuman estupefacientes.
Un caso reciente
A las 10.30 del 29 de diciembre de 2009, en la ciudad de Urumqi, fue ejecutado el británico Akmal Shaikh, condenado a muerte en 2008 por los tribunales chinos tras ser detenido en posesión de cuatro kilos de heroína.
El caso acaparó la atención internacional y puso sobre el tapete la discusión sobre la pena máxima no solo porque Shaikh se convirtió en el primer europeo en recibir la pena capital en 60 años en el país asiático, sino también porque el primer ministro británico, Gordon Brown, llegó a intervenir para intentar frenar el ajusticiamiento.
Además del gobierno británico y la Organización de Naciones Unidas, los propios familiares de Shaikh habían solicitado a China que frenara la ejecución bajo el argumento de que el delincuente sufría un trastorno bipolar. Pero la Justicia china aseveró que las pruebas médicas no habían mostrado ningún problema psicológico.
Shaik, de religión musulmana, fue detenido en 2007 en posesión de los cuatro kilos de droga en el aeropuerto de Urumqui. Procedía de Dushanbe, capital de Tayikistán. Estaba casado y tenía tres hijos.

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