Federer mostró los dientes

Medirse al número 1 del mundo en la pista central de Melbourne Park no tiene que ser fácil, pero si éste te da oportunidades para noquearle y lo más que haces es darle una colleja, que te termine ganando no tiene que ser una gran sorpresa. Eso fue lo que ocurrió este martes en Australia, donde Igor Andreev pudo pero no supo doblegar a Roger Federer (1), quien terminó llevándose la victoria por un marcador global de 4-6, 6-2, 7-6(2) y 6-0 tras dos horas y cuarante y cuatro minutos de juego.
Los primeros minutos de partido cumplieron el guión previsto, es decir, un Federer muy bien asentado en la pista esperando los fallos de un Andreev que no sólo luchaba contra su rival sino también contra sus nervios. No tardó el suizo en ponerse por delante en el marcador (3-1), una ventaja que sin embargo se iría al traste cuando al ruso le empezaron a entrar los latigazos de derecha desde el fondo de la pista. Andreev remontó el set y terminó apuntándose la manga tras mover a placer de lado a lado de la pista a un Federer que de pronto había dejado de brillar. El segundo set fue un visto y no visto en el que Federer hizo lo que quiso porque Andreev se había relajado en exceso. Y cuando esto ocurre ante un número 1 no hay nada que hacer.
Por el bien del tenis, el juego se volvió a equlibrar en los primeros compases del tercer set, con un break de Andreev que se fue con ventaja a la silla antes del primer asueto. Federer reaccionó a tiempo, conjugó el juego en la red con buenos golpes ganadores que le permitieron llevar a la iniciativa y volteó el luminoso hasta verse con 5-3 y servicio para finiquitar la manga. Parecía que el suizo lo tenía fácil, pero una doble falta y un error inexplicable a media pista concedieron el break a Andreev, que sumó tres juegos seguidos (dos al resto) y se vio con 6-5 y servicio a su favor. Andreev puso contra las cuerdas a Federer, incluso gozó de hasta tres bolas de set, pero las desperdició (se jugó tres ganadores que se fueron al pasillo de dobles) y el suizo pudo forzar el tie-break. Una muerte súbita que hizo justicia al juego desplegado en la pista, pero en el que Roger no tuvo oposición. Le habían perdonado la vida, pero cuántas veces hemos visto al de Basilea resurgir de sus cenizas...
El cuarto y definitivo set comenzó con un trabajado break de Federer, quien hizo acopio de un buen físico corriendo de lado a lado para devolver los derechazos de un Andreev que por entonces ya estaba medio hundido. Hasta ocho juegos de forma consecutiva se apuntó el número 1 del mundo, que consiguió finiquitar el partido con un 'rosco', que quizá esconda de cara a la galería lo mal que lo pasó durante la mayor parte del encuentro. En segunda ronda, Roger Federer se verá las caras con el ganado del duelo que mide al argentino Juan Ignacio Chela y al rumano Victor Hanescu. (Marca)