Uruguay: padre mata al hijo y niña mata al padre

En Montevideo, un hombre de iniciales AFA, de 48 años, ultimó de un disparo en el pecho a su hijo, Angel Joe Arriola, de 28, luego de una discusión provocada a partir de que el joven agrediera a su abuela. Esto sucedió en Samuel Laffone y camino de las Tropas, en la zona del Cerro.
La víctima fatal era un adicto a la destructiva pasta base hacía algo más de 3 años.
Esto lo había llevado a consumar en reiteradas oportunidades pequeños delitos y a tornarse una persona "muy agresiva, y eso que antes era un buen muchacho", aseguraron vecinos de la zona.
La violencia y los robos no eran sólo a desconocidos, sino que también los había cometido en contra de sus familiares.
La situación "insostenible", lo que afirmaron varios de sus parientes, finalizó en la mañana de ayer, sobre las 8.00 horas, cuando el joven adicto la emprendió a golpes contra una de sus abuelas. Esto provocó una fuerte discusión con su padre, lo que siguió con una pelea cuerpo a cuerpo en la cual el hombre para defenderse de los embates de su hijo optó por dispararle con un arma de fuego que tenía en su propiedad.
El homicida fue detenido sin oponer resistencia por efectivos de la Seccional 24ª, que luego de las indagatorias lo condujeron ante la jueza penal de 7º Turno. Tras declarar durante varias horas continúo aprehendido y hoy será nuevamente llevado por los uniformados para continuar siendo interrogado por la fiscal y la magistrada actuantes.
En tanto en Salto, una menor de 13 años de edad ultimó a balazos a su progenitor, cansada de los malos tratos y violencia física de la cual era objeto.
La adolescente está ahora a disposición judicial y se practican las pericias e interrogatorios para esclarecer el luctuoso insuceso ocurrido en la medianoche del miércoles en la localidad de Nueva Hespérides.
Eran las 23.50 del miércoles cuando los funcionarios policiales de la Seccional Tercera recibieron el aviso de que una persona se encontraba herida con arma de fuego en las inmediaciones del aeropuerto local de Nueva Hespérides.
Presurosos concurrieron al lugar los uniformados para encontrarse en una vivienda del citado paraje con el trágico cuadro. El hombre de iniciales LAM, de 54 años, acostumbraba a someter a su hija a violencia física desde que la menor cuenta con uso de razón.
Los malos tratos se incrementaban a medida que la niña iba creciendo y ello la llevó a tomar la trágica decisión de empuñar una escopeta y propinarle a su padre varios balazos que terminaron con su vida. La niña era una experta tiradora pues su padre le había enseñado de muy chica a practicar con armas de fuego, concretamente con un Magnun 357. Esa noche lo esperó detrás de un tanque armada con un rifle y lo mató de tres disparos en el pecho.