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CAUSA ABIERTA

Una vieja tradición renovada: comer 12 uvas el 31 de diciembre, pero de oro

Una vieja tradición renovada: comer 12 uvas el 31 de diciembre, pero de oro

La tradición hispana dice que a las 12 de la noche hay que comer 12 uvas para que el año siguiente venga con suerte. Una empresa española acaba de lanzar al mercado un producto premium: una caja de uvas con oro comestible.   Es "Nochevieja", como dicen en España. Las campanadas del reloj no sólo marcan el comienzo del nuevo año sino una carrera desesperada: comer 12 uvas a medida que suena cada una para que el ciclo que empieza venga cargado de buena suerte. La tradición es viejísima, pero no por eso debe perder vigencia y mucho menos glamour. Al menos, eso es lo que piensan en la empresa Uvasdoce que acaba de lanzar al mercado hispano un producto premium: cajitas individuales con 12 uvas para el 31 de diciembre. ¿La diferencia? Vienen con oro comestible. Si, y de 22 kilates.
La empresa, con sede en Monforte del Cid (Alicante, España) creó un exclusivo envase con doce uvas lavadas, sin pepitas y acompañadas de una cajita que contiene oro comestible de 22 quilates en finas escamas o láminas.
Cada estuche –se produjeron 10.000- cuesta 12 euros y seguramente logrará su objetivo de mezclar tradición, originalidad y fortuna en la última noche del año.
"Para comenzar el año nuevo con suerte, deben espolvorearse las uvas con las finas láminas de oro y comerlas al son de las campanadas de la medianoche", explican desde la empresa.
La directora comercial de la firma española, Estrella Miralles, resaltó que esta iniciativa "pionera", presentada en el mercado como "Doce uvas, doce deseos", ha tenido "muchísimas peticiones" en España e, incluso, han tenido pedidos desde Italia.
"Es algo novedoso porque combina con todo aquello que trae fortuna. Además nos encontramos en un momento" en el que es propicio "regalar buena suerte", según Miralles.
Las uvas de la suerte con oro "están causando furor. En nuestra página web nos hacen muchas peticiones y en las tiendas se nota" esa demanda. Creemos que la originalidad ha gustado", indicó.
La uva utilizada para este nuevo producto navideño, de color blanco, pertenece a la variedad Festival -conocida en la provincia española de Alicante como Superior, que se suele cosechar en verano-, no trae semillas y fue importada desde Brasil.
Más allá del "toque metálico" del oro, Miralles destacó que históricamente "diferentes culturas" han asociado "poderes curativos", así como capacidad para atraer la fortuna e, incluso, para prolongar la vida.
El gerente de la empresa, Alfredo Miralles, dijo que se trata de "uvas que no han tenido ningún problema" ni para conservarlas ni para prepararlas para estas fiestas. "Son de excelente calidad".
La crisis "siempre afecta un poquito, pero no nos podemos quejar, porque hemos tenido un aumento de un 30 por ciento en las ventas", añadió.
La originalidad del producto y la curiosidad que despierta son las que han alzado las ventas de cara a uno de los rituales de fin de año más populares, en el que los españoles piden –a cada uva- buena suerte y deseos prósperos para el año venidero.
Las doce uvas son una tradición del siglo XIX. Para algunos es de origen francés y fue introducida en España por la aristocracia madrileña que pasaba sus vacaciones en zonas como Biarritz o Paris.

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