Uruguay: los médicos abandonaron a los niños más pobres
Después de tantos amagues, los neonatólogos enviaron ayer casi 100 telegramas de renuncia a los CTI pediátricos públicos. La medida también abarca a Tacuarembó, Salto y Minas. Desde mañana no se recibirán ingresos en el Pereira Rossell.
En una pequeña oficina de la calle Guayabo, los dirigentes de la Sociedad Uruguaya de Neonatólogos y Pediatras Intensivistas (Sunpi) recolectaban las cartas de renuncia de sus colegas, las ordenaban, clasificaban y las preparaban para luego ir a Antel y enviar los telegramas colacionados a la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). "Acaba de llegar una del interior, ya son como 94 renuncias", comentó a El País una de las profesionales a última hora de la tarde.
Pese a estar en el ojo de la tormenta, los especialistas lucían serenos, aunque muy dispuestos a profundizar, con esta medida, un conflicto que se inició hace ya unos meses y que aseguran tiene sus raíces no tanto en el tema salarial como en las condiciones de trabajo que ofrece el sector público. "Que vayan a ver en las condiciones en las que trabajamos", desafió el presidente de Sunpi, Enrique Di Lucci. Señaló que muchas veces tiene que lidiar con padres "agresivos", "adictos a la pasta base" y dijo que esto tiene "un costo físico y psíquico". Los especialistas, además de señalar este ambiente laboral, reclaman un aumento salarial del 42% hasta equiparar lo mínimo que se gana en el ámbito privado.
Si bien hubo una propuesta salarial -negociada por el Sindicato Médico con ASSE- que contemplaría este reclamo, los neonatólogos decidieron activar su retirada al entender que fueron dejados de lado en la negociación. En este asunto hay posiciones contradictorias y se puede hablar de un choque entre ambos gremios.
Estas casi 100 renuncias de los neonatólogos y pediatras intensivistas afectarán no sólo al CTI de niños del Pereira Ros-sell, pues la medida se extenderá a los otros tres centros de cuidados intensivos públicos que hay en el interior del país: Tacuarembó, Salto y Minas (éste en plan mixto con el sector privado).
Di Lucci explicó que luego de enviar las dimisiones se activarán varias etapas antes de abandonar sus cargos. Las renuncias a sus puestos de trabajo, dejó claro, no son inmediatas. En primer lugar tendrán diez días hábiles -por ley- para instrumentar las guardias gremiales que permitan ir evaluando cada paciente, dando altas y descongestionando el hospital. En ese sentido, la primera medida tomada es no admitir más ingresos al Pereira Rossell desde la cero hora del sábado.
"Es la primera medida como para ir descongestionando el hospital. En estos días quedan los pacientes que ya están, se darán de alta a algunos y después se valorará cada caso individualmente", apuntó Di Lucci, y agregó que en principio quedarán internados los pacientes más graves, y los que estén en condiciones de ser trasladados "serán trasladados lentamente".
La directora del Hospital de la Mujer del Pereira Rossell, Ima León, aseguró a El País que ya se preparó el plan de contingencia. En ese sentido dijo que de hora en más los pacientes que requieran CTI van a ser trasladados. Es que, además, en estos momentos la capacidad del centro (20 camas) ya está colmada.
León dijo que "ya están las medidas tomadas" y lo que se hace ahora es "garantizar la atención".
"No estamos en la negociación; ante una medida tomada, actuamos en consecuencia, protegiendo la salud de nuestros pacientes", remarcó.
Por su parte, el vicepresidente de ASSE, Daniel Gestido, subrayó que lo que en el organismo público "no se pueda hacer, se hará en el sector privado". El Pereira Rossell tiene una lista de sanatorios y hospitales a los cuales les arrienda el servicio de CTI pediátrico.
Entre ellos figuran el hospital Militar, el Policial, el Sanatorio Americano, la Asociación Española, Gremca y Círculo Católico. Hasta ayer, no se había derivado pacientes a estas instituciones.
La medida de los especialistas no se limita al Pereira Rossell de Montevideo. También involucra a los hospitales de Salto, Tacuarembó y Minas, los únicos en todo el interior que tienen CTI de niños.
Mientras procesaba las renuncias, la neonatóloga Isabel Calvelo comentó a El País que en el Hospital de Tacuarembó hacía hasta 72 horas de guardia corrida y que eso, además de ser "desgastante" le estaba causando "problemas personales".
El director del Hospital de Tacuarembó, Ciro Ferreira, dijo por su parte que todo esto depende de una negociación que es ajena a la dirección. Admitió que "existen dificultades" para cubrir las guardias, pero de acuerdo a un llamado a suplentes de la especialidad se va a estar en condiciones de garantizar el funcionamiento del CTI pediátrico que atiende no sólo a niños de Tacuarembó sino de otros departamentos.
En tanto, el subdirector del CTI pediátrico del Hospital Regional de Salto, Adalberto Piedrabuena, manifestó que hasta ayer la situación del centro asistencial era "normal" y que se está trabajando "sin inconvenientes".
Capacidad de los cti alternativos
El Hospital Pereira Rossell tiene capacidad para internar en su Centro de Terapia Intensiva (CTI) a 20 niños. En la actualidad las 20 camas de internación están ocupadas, algo que es habitual en el centro hospitalario, ya que recibe, además, a muchos pacientes del interior.
Por lo general, cuando la capacidad del CTI está completa, la dirección del hospital contrata servicios externos.
El Pereira Rossell tiene una lista de centros asistenciales a los cuales arrendar servicios. Los principales son el Hospital Militar, el Hospital Policial, el Sanatorio Americano y la Asociación Española de Socorros Mutuos.
En el CTI del Hospital Militar hay seis camas de internación. El director del Militar, Guido Manini Ríos, señaló que por lo general la mitad se completa con usuarios del hospital y el resto se alquila a otras instituciones. El Militar cuenta con una docena de especialistas.
En el Hospital Policial hay 16 camas de internación en el CTI, un servicio que está tercerizado.
El Sanatorio Americano cuenta con 14 camas de internación en CTI. El director técnico del Americano, Uruguay Russi, explicó que la mitad de estas camas la ocupan, por lo general, los usuarios de la Federación Médica del Interior (FEMI).
La Asociación Española cuenta con unas 20 camas de internación en el área pediátrica y trabajan unos 20 especialistas.
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