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CAUSA ABIERTA

La nueva 'Gandhi' que remece al mundo

La nueva 'Gandhi' que remece al mundo

Apodada "la pasionaria" o "la Ghandi del Sáhara Occidental", la militante prosaharaui Aminatu Haidar, en huelga de hambre, irrita a Marruecos en la misma medida que incomoda a España por su determinación a volver a su casa "viva o muerta".
Esta mujer de 42 años mantenía hoy su trigésimo día de una huelga de hambre que toma la forma de un pulso con Madrid y Rabat para exigir su vuelta a su casa de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, donde viven su madre y sus dos hijos de 13 y 15 años.
Rabat se opone categóricamente a esto mientras no pida "perdón" por haber "renegado de su nacionalidad marroquí" a su vuelta de un viaje a Estados Unidos, motivo por el que la expulsó a España el 14 de noviembre.
Quién imaginaba entonces, en Rabat o en Madrid, que iniciaría una huelga de hambre, acamparía en el aeropuerto de la isla canaria de Lanzarote ante las cámaras y rechazaría la nacionalidad española, el estatus de refugiada política o el alojamiento ofrecidos por el gobierno español.
A lo largo de estos días ha logrado fijar la atención mundial en la defensa de su causa de siempre: el reconocimiento del "derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación", un conflicto estancado desde hace 35 años.
Ex colonia española, el Sáhara Occidental fue anexionado en 1975 por Marruecos, que propone para esta región una amplia autonomía bajo su soberanía. El Frente Polisario, apoyado especialmente por Argel, se opone a ello y pide un referéndum de autodeterminación.
Haidar está ahora en el centro de un contencioso diplomático que ha movilizado al secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, la Unión Europea, e incluso Washington según el diario El País. Para perjuicio de Marruecos, cuya clase política y medios denuncian unánimemente el "chantaje" de la que consideran una agente de Argelia.
La nueva 'Gandhi' que remece al mundo
Llevada dos veces al día en silla de ruedas fuera de su reducto para ir al baño, continúa sin vacilar su partida de ajedrez, a pesar de que cada día parece más débil bajo su ropa tradicional saharaui y el velo que le enmarca la cara.
En una entrevista con un periodista de la AFP, tumbada en la penumbra sobre una estera, con una voz débil, pero con tono firme, denunció la inacción de Madrid ante Rabat.
"Si muero, será el gobierno español el que tenga que asumir las consecuencias jurídicas y morales", afirmó entonces.
Vida de luchas
Aminatu Haidar tiene un largo historial de confrontaciones con el reino marroquí.
Nacida en 1966 en Akka, localidad del sur de Marruecos, empezó muy pronto a militar tras finalizar sus estudios en el instituto Hassan II de El Aaiún.
Fue detenida por primera vez en 1987 por alteración del orden público. Tras ser encerrada en un cuartel y, según su entorno, torturada, fue condenada a cuatro años de cárcel y después amnistiada por Hassan II en 1990.
Tras la ascensión de Mohammed VI al poder en 1999, colaboró con la Instancia Equidad y Reconciliación (IER), creada para indemnizar a las víctimas de "los años del plomo".
En 2005, fue detenida de nuevo durante unas manifestaciones en El Aaiún y condenada a 7 meses de prisión en firme. Fue puesta en libertad en enero de 2006 tras una primera huelga de hambre, algunos días después de haber recibido el premio Sajarov de los derechos humanos otorgado por el Parlamento Europeo.
Desde entonces ha viajado por todo el mundo, acumulando premios en España o en Estados Unidos.
El 21 de octubre en Nueva York, al recibir el "Civil Courage Prize" de la Train Foundation, declaró: "este premio me da valor para seguir el combate no violento que llevo a cabo desde hace 23 años", añadiendo haber sido "amenazada con ser detenida a la vuelta".
Al regresar a su país, en el aeropuerto de El Aaiún le exigieron que colocara en la papeleta de ingreso, como nacionalidad, la palabra marroquí, a lo que se negó. Entonces, su pasaporte fue requisado y ella enviada a las islas Canarias.
Hoy, en el mundo distintas voces se levantan para pedir una solución a su caso.

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