EE.UU. congeló en secreto el año pasado 2.000 millones de dólares que Irán tenía depositados en Citibank
Un tribunal federal de Nueva York congeló el año pasado más de 2.000 millones de dólares de fondos que Irán tenía depositados en cuentas bancarias de Citigroup, en lo que podría ser la mayor incautación de activos a ese país en 30 años. La medida, tomada en secreto en 2008, la ordenó una corte de Manhattan con el fin de destinar el importa a indemnizar a las familias de los 241 marines fallecidos en el ataque cometido por Hizbulá contra un cuartel general estadounidense en Beirut en 1983, informó hoy The Wall Street Journal.
El dinero está depositado en cuentas de Citibank mantenidas por Clearstream Banking, de Luxemburgo, una subsidiaria de la alemana Deutsche Boerse, sociedad gestora de la bolsa de Fráncfort.
De acuerdo con el diario, no hay indicios de que Citibank sabía que los fondos eran iraníes.
Las firmas estadounidenses no pueden hacer negocios con Irán, que está sujeto a sanciones económicas impuestas por el Departamento del Tesoro y si lo hacen se exponen a multas importantes.
Tanto Citibank como Clearstream y el Gobierno iraní no han querido hacer declaraciones sobre la información.
Pese a ello, documentos judiciales indican que Clearstream ha negado mantener fondos para el Gobierno de Irán y que ha tratado liberar los 2.000 millones de dólares.
El tribunal inicialmente ordenó a Citibank en junio de 2008 congelar 2.250 millones de dólares de las cuentas de Clearstream afectadas por este caso, pero los abogados de la compañía lograron liberar 250 millones al mes siguiente, según los documentos legales.
La congelación de los fondos iraníes podría ser la mayor incautación de activos de ese país en el extranjero desde la Revolución Islámica de 1979.
Entonces, Washington bloqueó unos 12.000 millones de dólares en respuesta al secuestro de diplomáticos y personal militar estadounidenses en la embajada de EE.UU. en Teherán, según The Wall Street Journal.
Parte de ese dinero fue devuelto tras la liberación de los rehenes, pero la ONU sigue a cargo de decidir qué hacer con el resto de los activos, que incluyen depósitos bancarios, oro e inmuebles.
Un juez federal de Washington determinó en 2003 que Irán orquestó el atentado de 1983 y después ordenó a Teherán indemnizar a las familias de las víctimas con 2.700 millones de dólares.
La congelación de los fondos iraníes se produce en el momento en que el Gobierno del presidente Barack Obama contempla nuevas sanciones contra Teherán si no responde positivamente antes de fin de año a la propuesta internacional sobre su programa nuclear para retomar el diálogo con el Grupo 5+1.
Dicho grupo está conformado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, EE.UU., Francia, Reino Unido y Rusia) más Alemania.
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