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CAUSA ABIERTA

El regreso

El regreso

En algunos departamentos de Uruguay, los evacuados comienzan lentamente a regresar a sus hogares, mientras en Paysandú 4.355 personas siguen fuera de sus viviendas. Las donaciones comienzan a llegar.
Hay 7.794 personas fuera de sus hogares en seis departamentos del país (Salto, Paysandú, Artigas, Soriano, Tacuarembó y Cerro Largo). Cuando empezaron las inundaciones eran ocho los departamentos afectados; hace días la situación se normalizó en Durazno y en Treinta y Tres.
La lenta bajante del río Uruguay y del río Negro hace pensar que la creciente empezará a ser historia en los próximos días, si es que no llueve. Pero el pronóstico de la Dirección Nacional de Meteorología indica que habrá "probables precipitaciones" hasta este miércoles.
Con el registro de evacuados detenido y la lenta bajante del río, que descendió apenas un centímetro más en las últimas horas (9,03 metros), el trabajo del Comité de Emergencia oscila entre la asistencia a los damnificados y la planificación del retorno a sus hogares. Un equipo de médicos y técnicos de la Cruz Roja, enviados por el Sistema Nacional de Emergencia, recorrió ayer las zonas afectadas para relevar la situación de quienes han permanecido, fundamentalmente en carpas, a la vera de la inundación. La presidenta del comité local de la Cruz Roja, Alba González, explicó a El País que una vez concluida la tarea, los resultados serán informados al Comité de Emergencia. Precisamente, el cuerpo de voluntarios de la organización internacional ha concentrado su atención en esa población que para mantener unida la familia o conservar sus animales ha preferido permanecer en una carpa o bajo un improvisado tinglado, antes que recluirse en los refugios. Estiman que al menos 800 personas viven en esa situación.
El sábado llegaron a Paysandú otros tres vagones cargados de donaciones de la Cruz Roja internacional y uno del Comité de Cruz Roja de Florida. En coordinación con las instituciones oficiales se definió emplear dos y guardar el contenido de los otros, especialmente colchones y ropas, para las necesidades que sobrevendrán con el retorno a los hogares.
En parte, esas donaciones permitirán reforzar la ayuda brindada a la población costera. González relató que, según lo acordado con el Comité de Emergencia, los voluntarios recorren las distintas zonas para distribuirlas entre las familias. La mayor necesidad es la de alimentos y hasta ahora se ha podido satisfacer sin mayores dificultades, apuntó. "Se reparte todo, de manera que para mañana por ejemplo no tenemos nada; pero tenemos empresas y almacenes que nos aseguran las provisiones", agregó. Pero advirtió que la entrega no se realiza con frecuencia diaria y se les informa de eso a los damnificados. Se trata de canastas con artículos de limpieza e higiene personal, variados alimentos no perecederos, carne y repelente.
Algunas familias están organizadas en ollas populares y también se pudo detectar a una vecina, en la zona Sur, que cocina para 25 niños de su barrio. "Ella nos ha hecho pedidos concretos y tratamos de cumplirlos", relató la presidenta local de Cruz Roja.
González también destacó la solidaridad de la población. "Ya no tenemos más lugar; estamos derivando a Promoción Social y ya no recibimos camiones de donaciones como hasta hace algunos días", graficó. Similares situaciones se registran en otros centros receptores como el Centro Universitario, donde los propios alumnos se encargan de su clasificación.

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