España: acusado de asesinar a su novia, su madre y su primo acepta permanecer 59 años en un psiquiátrico
El joven que en 2007 asesinó supuestamente por celos en la Pobla de Vallbona a su ex novia y a la madre y un primo de ésta ha aceptado hoy, en el juicio celebrado por estos hechos en la Audiencia de Valencia, cumplir una pena de 59 años de internamiento psiquiátrico en Fontcalent (Alicante). Así se ha acordado de conformidad entre las partes tras la petición de la defensa del acusado, Vladimir R.B., quien se ha ratificado en la declaración que prestó en su día en los juzgados de Llíria donde asumía los hechos y por los cuales ha permanecido encarcelado desde entonces en la prisión valenciana de Picassent.
Según ha señalado hoy la fiscal, el joven tenía en el momento de los hechos las capacidades volitivas y cognitivas alteradas, pues así lo confirman todos los informes médicos y psiquiátricos practicados al procesado.
La fiscal pedía 85 años de cárcel pero finalmente se ha llegado a un acuerdo de conformidad para que cumpla 14 años de internamiento por la muerte de la ex novia y del primo de ésta, 12 años por el asesinato de la madre de la víctima, 8 por cada uno de los asesinatos intentados de la madre y la abuela del primo de la ex novia, uno por un delito de amenazas, otro de maltrato y uno más por el delito de incendio de la casa de su ex pareja.
El cumplimiento de la condena no sobrepasará por ley los 25 años de internamiento en la citada prisión alicantina, en la que el condenado ha pedido expresamente cumplir su pena.
Según el relato de los hechos elaborado por la acusación pública, Vladimir mantuvo una relación sentimental con una chica durante dos años, pero en 2006 comenzó a deteriorarse por culpa de los celos que sentía cuando ella salía con sus compañeros de instituto.
A consecuencia de estos "sentimientos mal encauzados", el acusado empezó a consumir cocaína y bebidas alcohólicas diariamente, mientras le pedía con insistencia a la chica que le enseñara su diario y perseguía a sus amigos para hacerle fotos.
En marzo de 2007, la joven puso fin a la relación tras una discusión en la que Vladimir le pegó un bofetón, pero el joven no aceptó la ruptura, y después de aquel encuentro la llamaba constantemente para decirle que se iba a suicidar si no volvía con él, relata la Fiscalía.
La chica se sentía culpable y aceptó encontrarse con él ante sus numerosas llamadas, pero, mientras hablaban, el procesado intentó cortarse las venas con una navaja, aunque sólo se produjo heridas superficiales.
A partir del 25 de mayo, el joven "comenzó a planear la muerte" de su ex novia, y dos días después le dijo por teléfono que se iba a vengar de ella.
De esta forma, en la madrugada del 28 de mayo, sobre las 05.00 horas, escaló la pared de la vivienda de la chica con una cuerda, se descalzó para no hacer ruido y se metió debajo de su cama.
Cuando ella se percató de que había alguien en su habitación, Vladimir salió de su escondite y le acuchillo por todo el cuerpo, provocándoles hasta 41 heridas.
La madre de la chica corrió hacia la habitación al escuchar que su hija pedía socorro, y entonces el acusado se abalanzó sobre ella y le asestó dos cuchilladas que también le provocaron la muerte.
Una vez conseguido su propósito, cuenta el fiscal, Vladimir encendió el ordenador de su ex novia y buscó si había fotografías con otro chico. Después encontró su diario, salió a la terraza, encendió un cigarro y lo leyó "tranquilamente".
Al dejar la vivienda pensó entonces que "la culpa de todos sus males" la tenía su primo, que también era amigo suyo, así que entró en casa de éste y llenó dos botellas con gasolina que había en el depósito de una máquina de labranza.
Luego fue a la habitación donde dormía el joven, vertió la gasolina por debajo de la puerta y le prendió fuego, provocándole la muerte por quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo.
El incendio afectó también la tía y a la abuela del acusado, que estaban en la misma casa, si bien sólo sufrieron quemaduras de tercer grado.
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