El monstruo de Camboya quiere que lo dejen libre
El torturador jefe del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, alias "Duch", pidió hoy la absolución en el tribunal internacional que auspiciado por la ONU le juzga por crímenes contra la Humanidad desde hace nueve meses en Phnom Penh. "Solicito a la Corte que me ponga en libertad", dijo Duch, de 66 años, al cerrar su última intervención en su defensa, antes de que el panel de jueces, tres camboyanos y dos extranjeros, deje el proceso visto para sentencia.
La acusación, que hace dos días pidió una condena de 40 años durante la presentación de sus argumentos finales, dijo que Duch desaprovechó su última oportunidad para confesar su verdadera participación en el régimen del Jemer Rojo.
El acusado dirigió el centro de tortura de Tuol Sleng, en la actualidad convertido en el Museo del Genocidio, y ha confesado durante este juicio que ordenó ejecutar a reos, que torturó personalmente y que cometió los otros crímenes que le imputan.
En su descarga, el antiguo profesor de matemáticas que alcanzó notoriedad al frente del cuerpo de torturadores de Pol Pot ha alegado que se limitó a obedecer porque el Jemer Rojo castigaba la desobediencia con la muerte.
Duch, que abandonó el budismo y se convirtió al cristianismo, también ha expresado su arrepentimiento y pedido perdón a los supervivientes y los familiares de sus víctimas en varias ocasiones desde que comenzaron las vistas.
Se prevé que la Corte emita la sentencia a principios del año que viene.
El acusado es el ex oficial de menor rango del Jemer Rojo que juzgará este tribunal organizado por la ONU y Camboya tras largas y tortuosas negociaciones que comenzaron en 1997.
Esperan su turno Khieu Samphan, ex presidente de la República Democrática de Kampuchea; Nuon Chea, "hermano número dos" e ideólogo de la organización; Ieng Sary, ex ministro de Exteriores, y su esposa, Ieng Thirit, ex titular de Asuntos Sociales.
Pol Pot, el "hermano número uno", murió en la jungla camboyana en 1998.
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