Emboscada mortal en México

Un agente de la Policía Estatal del Guerrero, sur de México, murió y cuatro más resultaron heridos al ser emboscados hoy luego de recibir el reporte de que una persona había sido asesinada, informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado. Los hechos ocurrieron alrededor de las 7.00 hora local (13.00 GMT) a la altura de la localidad de Zacatula en la Autopista Siglo XXI, que comunica Acapulco con Lázaro Cárdenas, población del occidental estado de Michoacán, cuando el grupo de agentes fue sorprendido por varios disparos.
En el ataque murió Ángel Castro Castillo, mientras que Antonio Guzmán Huaxtitlán, Juan Antonio Montiel de Jesús, José Alfredo Jiménez Casarrubias y Marcial Rodrigo Fortunato, resultaron heridos.
En el lugar de la agresión fueron localizados cinco cargadores para fusil AK-47, entre los más utilizados por la delincuencia organizada.
Tras los hechos, personal de las Fuerzas Armadas mexicanas, la Policía Federal y la estatal se desplegaron en busca de los posibles agresores.
También fue hallado a unos 3 kilómetros del lugar un cadáver con un disparo en la sien, semidesnudo, esposado y con un cable enrollado en el cuello.
Por otra parte en Chiapas, también en el sur del país, policías detuvieron a cuatro individuos en el municipio de Tapachula, fronterizo con Guatemala, con un arsenal en su poder.
Éste consistía en un centenar de granadas, dos minas explosivas con detonadores, cuatro fusiles, dos pistolas, munición y una sustancia que podría ser utilizada para fabricar drogas sintéticas.
Fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Chiapas lograron capturarlos a bordo de dos vehículos con armas y explosivos tras percatarse del comportamiento nervioso que presentaban.
Los sujetos fueron identificados como Pedro Mesina, de 29 años; Carlos Humberto Hernández, de 31 años; Manuel Durán Velázquez, alias "El flaco", y Miguel de la Cruz.
Los detenidos declararon que habían adquirido el arsenal en la comunidad guatemalteca de Tecún Umán y que se dirigían con él a Michoacán, en el oeste de México.
Las muertes se suman a la ola de violencia asociada con el narcotráfico y el crimen organizado que en lo que va de año se ha cobrado la vida de 6.368 personas, según datos extraoficiales que hoy publica el periódico El Universal.