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CAUSA ABIERTA

El "pacto secreto" de Honduras

El "pacto secreto" de Honduras

En las calles de Tegucigalpa hay incertidumbre. La gente se pregunta qué va a pasar cuando el Congreso Nacional decida si restituye en el poder al depuesto presidente Manuel Zelaya. ¿Será que hubo un pacto secreto con los estadounidenses para que el Congreso le devuelva el cargo a Zelaya? ¿Estará todo negociado para que parezca que son los legisladores los que deciden el futuro de Honduras? ¿O habrá sorpresas?
Hay distintas respuestas. Según la vicepresidenta alterna del Congreso, Marcia de Villeda, los legisladores deberían votar contra el regreso de Zelaya, siguiendo lo que ella considera como la "voluntad mayoritaria".
"Un 87% de la población hondureña está a favor y avala el gobierno de Roberto Micheletti, por tanto nosotros como diputados, deberíamos atender los intereses de la población", indicó de Villeda.
La diputada liberal espera que la Corte Suprema emita una resolución contraria a Zelaya y que el Congreso ratifique esa misma postura, de tal forma que el mandatario depuesto sea alejado de su cargo, ya no por la fuerza de las armas, sino con la legitimidad del acuerdo firmado por las partes en conflicto bajo la tutela de Estados Unidos.
Sin embargo, otros congresistas aseguran que existe un pacto secreto entre los negociadores y el subsecretario de Estado estadounidense para Asuntos de América Latina, Thomas Shannon, el principal artífice del acuerdo firmado en la madrugada del viernes entre los representantes de Micheletti y Zelaya.
"Hay un pacto secreto, un acuerdo tácito con los gringos para que el Congreso restituya en el poder a Zelaya", le dijo a BBC Mundo Marvin Ponce, diputado por el Partido de la Unificación Democrática (UD).
El acuerdo no escrito
Si bien Ponce reconoce que no está completamente asegurada la restitución de Zelaya, cree que es "altamente probable".
El pacto secreto con los estadounidenses es tan real, dice Ponce, que hasta incluye fechas.
"Según este acuerdo no escrito, antes del 10 de noviembre Zelaya debería estar de regreso en el poder y las elecciones deberían llevarse a fin de mes como estaba previsto".
Aunque en varias mesas negociadoras paralelas a la oficial se discutieron distintas fórmulas posibles para asegurar la gobernabilidad del país.
Una de ellas fue que Zelaya volviera a la Presidencia de Honduras el 10 de noviembre, pero que no ejerciera plenamente el cargo hasta después de los comicios.
El poder de Porfirio Lobo
La frase de moda hoy en Honduras es que el futuro del país está en manos del Congreso.
Son 128 los diputados que deberán pronunciarse a favor o en contra de la restitución de Manuel Zelaya en el poder, luego de que fuera removido del cargo y sacado en pijama de su casa por el ejército el pasado 28 de junio, hace ya cuatro meses.
La correlación de fuerzas está dividida de la siguiente manera: 62 son del Partido Liberal (el partido al que pertenecen Micheletti y Zelaya), 55 del Partido Nacional, 5 del Partido Unificación Democrática (UD), 4 del Partido Demócrata Cristiano y 2 del Partido Innovación y Unidad (PINU).
Por el lado de los liberales, las estimaciones indican que habrían 17 votos a favor de la restitución de Zelaya, a los cuales se sumarían los cinco de la UD. Pero lo que definirá la balanza será el voto del Partido Nacional.
Por eso, todos los ojos están puestos en el candidato presidencial de ese partido, Porfirio Lobo, quien hasta ahora lleva la delantera en la carrera presidencial.
Fuentes cercanas a la negociación le dijeron a BBC Mundo que el pacto secreto entre Lobo y Shannon consiste en que Lobo llamará a los diputados del Partido Nacional a votar por la restitución de Zelaya.
Pero si algunos de los legisladores de Lobo no se comportan de manera obediente y votan contra Zelaya, Shannon se habría comprometido a aceptar -de todos modos- el resultado de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.
Así las cosas, Porfirio Lobo es, en estos momentos, el hombre clave de Honduras.
¿Qué sigue ahora?
Para que los puntos del acuerdo se cumplan, lo primero que tiene que ocurrir es que el Congreso vuelva a sesionar.
Lleva casi dos semanas en receso y es el presidente del Poder Legislativo, José Alfredo Saavedra, quien tiene que convocar a los congresistas a sesión.
Cuando esto ocurra, la Comisión de Dictamen del Congreso deberá enviar un documento a la Corte Suprema, para que ésta emita una recomendación respecto a la restitución de Zelaya.
Se cree que la Corte Suprema se pronunciará contra Zelaya, como lo ha hecho hasta ahora, pero que como su recomendación no es vinculante, tendría el poder de influir pero no de determinar la votación del Congreso.
Cuando la Corte Suprema haya emitido su recomendación, entonces el pleno del Congreso deberá votar y definir si Manuel Zelaya vuelve a ser presidente de Honduras.
Y todo este proceso debería producirse en los próximos días.

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