Los serbios se olvidan del genocida Karadzic para mirar al futuro
Los serbios han dado la espalda al juicio del presunto criminal de guerra Radovan Karadzic, que comenzó hoy, centrados en otros problemas más acuciantes de su vida diaria y la búsqueda de un futuro mejor 14 años después del final de la guerra en Bosnia (1992-1995). Aunque el proceso no despierta gran interés, muchos ciudadanos esperan todavía conocer nuevos detalles y la verdad sobre las pasadas guerras en las que se destruyeron las vidas y los bienes de muchas personas.
"Creo que el destino de Karadzic interesa cada vez menos a la gente en Bosnia-Herzegovina, y sobre todo en la República Serbia (el ente autónomo serbobosnio)", declaró a Efe Zeljko Kopanja, analista político de Banja Luka.
"La gente se ha vuelto hacia el futuro. Aquí parece que ha nacido una nueva energía orientada a crear mejores condiciones de vida, y todas las respuestas se esperan de La Haya", explicó.
Kopanja agregó que "durante la guerra hubo censura, uno no se podía informar como debía, y hay muchas personas que no saben qué ocurría en realidad, por ejemplo, en Srebrenica".
"Sólo tenían datos oficiales, con los que también se manipula, porque la manipulación es la palabra mágica en estos ámbitos", dijo.
El proceso judicial a Karadzic comenzó hoy en La Haya, ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Karadzic está inculpado de genocidio en relación con la matanza de unos 8.000 varones musulmanes de Srebrenica, del asedio de Sarajevo y de otros crímenes perpetrados durante la guerra civil bosnia.
Ese doctor en psiquiatría y poeta por afición, que entró en la escena política yugoslava en 1990 con la formación del Partido Democrático Serbio (SDS), ha causado siempre sentimientos opuestos entre los serbios.
Unos reconocían en su férreo nacionalismo al defensor de la causa serbia en la descomposición de la federación yugoslava. Otros lo veían como un manipulador, y como un corrupto, involucrado en un escándalo de malversación de fondos en una empresa sarajevita, por lo que fue condenado a once meses de prisión.
Kopanja consideró que "el proceso se seguirá, pero no en la medida en que se pudiese pensar, porque Karadzic no es un tema ahora de primer nivel en la República Serbia".
En el ente serbio, que junto con el común de musulmanes y croata forma Bosnia-Herzegovina, un asunto candente es preservar las competencias autonómicas en las reformas que debe efectuar el país balcánico en su vía hacia la Unión Europea (UE) y la OTAN.
"Por supuesto, el Tribunal (de La Haya) abrirá muchas cosas que se desconocían, la fiscalía presentará sus argumentos, las defensa los suyos, y en ese contexto será seguido el juicio", según Kopanja.
Karadzic, acusado en 1995, fue capturado en julio de 2008 por los servicios secretos serbios en Belgrado, donde trabajaba como médico naturista y se escondió bajo un nombre falso y un sorprendente aspecto, con una luenga barba blanca y el pelo recogido en un moño.
En Belgrado, varios ciudadanos consultados por Efe aseguraron que no les interesaba el destino de Karadzic y que el juicio mostrará cuál fue su papel y responsabilidad en los desastres de la guerra.
Otros consideraron que el TPIY no podrá descubrir la verdad sobre las guerras ex yugoslavas "porque no es imparcial".
"Bueno, hay que juzgar a Karadzic, pero ha resultado después de tantos procesos, que no hay justicia, porque se juzga a los serbios y se libera a otros. Por ejemplo eximieron al musulmán Naser Oric, cuando todos tenemos claro que es culpable de crímenes contra serbios. No sólo una parte es responsable", dijo Jovan, de 60 años.
De los mismos crímenes de guerra que Karadzic está acusado el que fuera comandante del ejército serbobosnio durante la guerra, Ratko Mladic, todavía prófugo, y cuya captura se exige a Serbia como la condición principal para el acercamiento a la UE.
Desde Sarajevo, representantes de una quincena de organizaciones no gubernamentales que reúnen a musulmanes víctimas de la guerra, entre ellas "Madres de Srebrenica", viajaron a La Haya para asistir al inicio del proceso a Karadzic.
La presidenta de esa ONG, Munira Subasic, declaró a los medios sarajevitas que en La Haya quieren "mostrar a Europa y al mundo que todavía estamos aquí, esperamos la verdad y buscamos la justicia".
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