Narcotraficantes invaden una escuela pública de Río de Janeiro
Un grupo de narcotraficantes, sospechosos del derribo del helicóptero que el pasado fin de semana acabó con la vida de 17 personas en Morro de dos Macacos, ocupó este martes una escuela de Río de Janeiro para escapar de la Policía. Profesores y alumnos del colegio municipal de María Cerqueira Silva, situado al norte de la ciudad, tuvieron que refugiarse para evitar el fuego cruzado, según informaron funcionarios del centro. "Cuando me enteré vine corriendo para a buscar a mi hijo", declaró a la prensa la madre de un alumno de la escuela, cuyas clases fueron suspendidas por la tarde, debido a la operación policial.
El helicóptero abatido por los narcotraficantes el pasado fin de semana era un aparato policial que concentró a cerca de 4.000 agentes en puntos estratégicos del norte de Río, para garantizar la seguridad de la población. A pesar de ello, el incidente dejó 17 muertos, entre ellos 3 civiles y otros 3 policías que viajaban a bordo del aparato. A ellos podría sumarse otra víctima, aún no confirmada por las autoridades locales, que fue hallada en Morro dos Macacos este martes, según informó un fotógrafo de Reuters que se encontraba en el lugar de los hechos.
Desde el fin de semana otros seis supuestos narcotraficantes perdieron la vida en enfrentamientos con la policía en otras áreas de Río de Janeiro, elevando a 24 el total de muertos por la violencia en la ciudad, según declararon las autoridades policiales.
En este contexto, el ministro de Justicia de brasileño, Tarso Genro, señaló que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva le pidió que prestara al Gobierno de la ciudad toda la ayuda necesaria para combatir la delincuencia. "Estoy con el presupuesto totalmente disponible, son sólo movimientos técnicos para entregar más recursos si Río de Janeiro lo necesitara", añadió Genro.
Asimismo, el propio Lula prometió este lunes "limpiar la suciedad" causada por los narcotraficantes y ofreció 100 millones de reales (38,3 millones de euros) para equipar a la Policía carioca contra los criminales, según informó el alcalde de Río, Sergio Cabral.
El problema de la seguridad en Río de Janeiro, evidenciado por los últimos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y grupos de narcotraficantes, ha puesto en alerta a la comunidad olimpíca, de cara a la celebración de las olimpiadas de 2016 para las que Río de Janeiro fue elegida recientemente como sede, tras derrotar en el proceso de elección del Comité Olímpico Internacional (COI) a Chicago, Madrid y Tokio.
El incremento de este tipo de incidentes preocupa también a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), que eligió a Río como sede de la Copa Mundial de Fútbol en 2014. Sin embargo, el ministro de Defensa afirmó que la violencia en la ciudad carioca es inferior al ataque terrorista del 2005 en Londres, en el que 50 personas perdieron la vida al día siguiente de la elección de la capital británica como sede de los Juegos Olímpicos del 2012.
Más allá de los recientes sucesos en Río, la ola de violencia es un problema nacional que requiere un mayor control de las fronteras para impedir la entrada de armas, según indicó el presidente del Supremo Tribunal Federal brasileño (STF), Gilmar Mendes, durante una visita a Río.
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