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CAUSA ABIERTA

Paralizado acuerdo en Honduras

Paralizado acuerdo en Honduras

Honduras continúa sin acuerdo después de que ayer el depuesto presidente Manuel Zelaya rechazó por ser "absolutamente inaceptable" la propuesta del gobierno de facto de que la Corte Suprema decida su restitución, en vez del Congreso. No obstante, le dio un nuevo plazo hasta el lunes para lograr un consenso.
Bajo fuerte tensión, Zelaya y el gobernante de facto Roberto Micheletti mantenían desacuerdos sobre la vuelta al poder del líder derrocado, horas después de que vencieran los anteriores plazos dados para cerrar el diálogo, que Zelaya extendió sucesivamente.
"Es una propuesta absurda. Nosotros propusimos que fuera el Congreso, que previa opinión de las instancias pertinentes, incluyendo la Corte Suprema de Justicia (...), emita la decisión", dijo el negociador de Zelaya, Víctor Meza.
"Mantenemos firme nuestra propuesta y el presidente Zelaya da un nuevo plazo hasta el lunes. Estamos a la espera de una respuesta; si no, se rompe el diálogo", anunció por su parte el ministro de Turismo de Zelaya, Ricardo Martínez.
"Seguimos en el diálogo todo el tiempo que sea necesario. El Gobierno ofrece toda las disposiciones y garantías para que la mesa de diálogo se prolongue", dijo el ministro de la Presidencia del gobierno de facto, Rafael Pineda Ponce, quien desmintió a la canciller de Zelaya, Patricia Rodas, quien declaró en Bolivia, durante la Cumbre de la ALBA, que el diálogo se había roto por la "intransigencia de la dictadura" a aceptar la restitución del presidente constitucional.
Por su parte, Vilma Morales, miembro de la comisión de diálogo de Micheletti, dijo en la Casa Presidencial que recibieron "una contrapropuesta" de la representación de Zelaya, que analizarán y en su momento responderán.
Expresó que van "a estudiar la contrapropuesta", que le dedicarán "el tiempo que sea necesario" y que "en el momento más próximo" se va a "reanudar el diálogo".
El retorno de Zelaya a la Presidencia es el único punto que falta por acordar dentro del plan que propuso el gobernante costarricense y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, llamado el Acuerdo de San José, con el fin de solucionar la crisis desatada tras el golpe de Estado perpetrado el pasado 28 de junio.
Las partes habían acordado previamente la creación de un gobierno de unidad, celebrar elecciones el 29 de noviembre, no aplicar amnistía y un tema sensible: la renuncia de Zelaya a convocar a una Asamblea Constituyente. (El Universal)

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