Dengue se ensaña con la infancia en Nicaragua

Los niños son las principales víctimas en Nicaragua de un brote epidémico de dengue que dejaba hasta el miércoles ocho muertos y casi 1.600 enfermos, la mayoría del tipo clásico, lo que moviliza a los responsables de salud para eliminar al mosquito transmisor del mal. Las salas de emergencia de los hospitales infantiles de la capital, la más afectada por el foco, se encuentran llenas de niños con síntomas del dengue, como fiebre, dolor en los huesos y ojos, y vómitos, según autoridades de salud.
El ministro de Salud, Guillermo González, calificó la situación de "delicada" y agravada por una "combinación fatal" con la epidemia de la influenza que también afecta al país.
Las cifras oficiales dan cuenta de ocho muertes por complicaciones del dengue hemorrágico, la mayoría ocurridas en las últimas dos semanas y en niños de 4 a 14 años, aunque versiones de prensa contabilizan en nueve los decesos.
Las autoridades de Salud tenían hasta el miércoles un reporte de 1.589 casos: 1.562 de dengue clásico y 27 del tipo hemorrágico. Managua es la más afectada con 600 casos y cinco de los siete fallecidos, uno en Estelí (norte) y dos en Masaya (suroeste).
"En las primeras 24 horas, cuando se presentan los síntomas, hay que llevar a los niños al médico, porque el dengue tipo tres (uno de los cuatro virus que circulan en el país) fácilmente deshidrata a los niños", advirtió el secretario general del Ministerio de Salud, Enrique Beteta.
El director del hospital infantil La Mascota, Gerardo Mejía, dijo a la prensa que en ese establecimiento están internos 77 niños, de 6 meses a 14 años de edad, de los cuales 12 están en terapia intensiva.
Mejía explicó que el comportamiento del dengue no ha sido el típico, que comienza con fiebre pero la situación del paciente es estable en los primeros tres días, desde el punto de vista de presión y frecuencia cardíaca.
"Hemos hospitalizado a muchos pacientes que no están graves, pero lo hemos hecho para monitorearlos para que no sea en su casa donde se agrave y de no tenerlos acá podrían presentar complicaciones. Y el tiempo que lleva traerlos al hospital podría ser vital para su vida", dijo Mejía.
En el hospital infantil Fernando Vélez Paíz, en la última semana llegaron unos 100 niños con los síntomas de la enfermedad y 25 fueron internados, de los cuales cinco presentaban dengue hemorrágico, según su director Noel Larios.
Betata consideró importante la eliminación del mosquito Aedes aegypti con la colaboración de la población. "Estamos alerta porque una combinación de influenza y dengue es grave", advirtió.
En algunos barrios capitalinos, principalmente aledaños al lago de Managua, nubes de zancudos asedian a la población.
Brigadas de funcionarios de salud, pobladores y de la Defensa Civil del Ejército realizan labores de limpieza y destrucción de criaderos del mosquito, que usualmente habita dentro de las viviendas, ya que anida en agua limpia.