"Si les vendemos cazas, les compramos aviones"

La empresa sueca Saab, que compite en una licitación para la venta de 36 cazabombarderos a Brasil, anunció hoy que, si resulta escogida, se comprometerá a comprar un número no precisado de aviones de fabricación brasileña. Saab participa en la licitación con sus aviones Gripen NG, que tienen como rivales al Súper Hornet F/A-18 de la estadounidense Boeing y al caza Rafale de la empresa francesa Dassault, por el que el Gobierno brasileño ya ha manifestado públicamente su preferencia.
El plazo para la presentación de las ofertas venció hoy y el presidente de la empresa sueca, Áke Svenssown, al frente de una última ofensiva, convocó en Brasilia a una rueda de prensa en la que dijo que Saab ha garantizado además la compra de aviones brasileños.
"No podemos decir cuántos", explicó Svenssown, aunque reveló que se trataría de los aviones de entrenamiento Súper Tucano y del KC 390, una aeronave de transporte que la empresa Embraer comenzará a desarrollar en breve y ya promociona como el "Hércules brasileño".
Svenssown reiteró que la empresa sueca garantiza la transferencia de tecnología que Brasil exige en la licitación y agregó que no se trataría sólo de la referente al Gripen NG.
"Será un 175% de transferencia, pues incluirá otras tecnologías que no necesariamente son usadas en el Gripen", dijo.
Hace 15 días, el viceministro de Defensa de Suecia, Hakan Jevrell, también estuvo en Brasilia y afirmó que su país está dispuesto a ofrecer los aviones por "la mitad del precio" de los Rafale o los Súper Hornet F/A-18.
Sin embargo, los aviones de Dassault parecen tener todas las de ganar, sobre desde el pasado 7 de septiembre, cuando el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió a su homólogo francés, Nicolás Sarkozy, y ambos anunciaron que convertirán a sus países en "socios estratégicos en el dominio aeronáutico".
En esa misma oportunidad fueron firmados acuerdos para la compra, por parte de Brasil a Francia, de cinco submarinos, uno de ellos de propulsión nuclear, y 50 helicópteros de transporte de tropas.
Asimismo, durante la visita de Sarkozy, Lula anunció su decisión de "abrir negociaciones" con Dassault para la compra de los Rafale, aunque al día siguiente el Gobierno aclaró que eso mismo valía para las empresas Saab y Boeing y que la licitación seguía abierta.