Caso Berríos: Militares uruguayos desmienten a colegas chilenos

Los tres militares uruguayos procesados por la muerte del ex agente de la DINA, Eugenio Berríos, increparon a sus pares chilenos por la supuesta ruptura de un pacto de silencio en torno al secuestro y asesinato del químico, cuyo cuerpo apareció enterrado en una playa cercana a Montevideo en 1995.
En declaraciones ante el juez Alejandro Madrid, que realiza las últimas diligencias antes de dictar sentencia, los coroneles retirado Tomás Casella, Eduardo Radaelli y el mayor Wellington Sarli, negaron nuevamente todo vínculo con el secuestro y ejecución de Berríos.
El químico chileno fue sacado de su país en 1991 para evitar que prestara testimonio ante la justicia por causas de violaciones a los derechos humanos cometidas bajo la dictadura.
Los uniformados uruguayos, según una versión del diario La Nación, sólo reconocen que "ayudaron" a los agentes chilenos sin saber quién era realmente el químico y por qué la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) lo sacaba del país.
Sarli afirmó que "su salida de Chile y el real objetivo de ella, estuvo reservada a las altas esferas chilenas y uruguayas".
Los tres negaron haber mantenido vínculo o contacto con los agentes de la DINE que en Montevideo custodiaban, o según ellos, "acompañaban" a Berríos. Para los militares uruguayos, Berríos jamás estuvo secuestrado en su país.
Con esta postura, desmintieron a los ex agentes del Ejército chileno que en el proceso señalaron que el contacto en Uruguay, durante el tiempo que Berríos se mantuvo vivo, fue el entonces capitán Eduardo Radaelli.
"Yo nunca llamé a ninguno ni tampoco recibí llamadas de ellos", replicó Radaelli al juez.
Radaelli relató a Madrid que "fue Casella quien me pidió la casa de Parque del Plata para llevar a Berríos por unos días. El no me dijo quién era Berríos, a quien yo no conocía, entonces yo confié en Casella (que era un oficial superior a él) porque me dijo que Berríos, a quien nombraban como Tulio Orellana, y otro chileno a quién conocí como Carlos Ramírez, eran conocidos suyos".
Wellington Sarli desmintió la versión del ex agente chileno Arturo Sanhueza, de que se habían reunido en Parque del Plata para discutir acerca de cómo pudo Berríos llegar a refugiarse en el cuartel policial del lugar.
Sarli se refirió en muy malos términos de Sanhueza, y aunque no lo trató de traidor, contó detalles de cómo lo ayudó con alojamiento y alimentación "a él y a toda su familia" en su casa del balneario.
Sanhueza, ex agente de la CNI, fue otro de los agentes que la DINE sacó de Chile en 1991 para evitar que declararan en causas por violaciones de los derechos humanos.