Sócrates ganará de nuevo en Portugal pero podría perder la mayoría absoluta
El primer ministro socialista José Sócrates revalidará su mandato en las elecciones legislativas de este domingo en Portugal, pero perderá la mayoría absoluta que ha tenido en los últimos cuatro años, según los sondeos publicados en ese país. Los socialistas tendrían el 38% de los votos, según las últimas encuestas realizadas, y superarían ampliamente al principal partido de la oposición, el centroderechista Partido Social Demócrata (PSD) de Manuela Ferreira Leite, con un 30% de la intención de voto.
Las proyecciones de los sondeos indican que el Partido Socialista (PS) podría obtener 100 de los 230 escaños. Es decir, 21 menos que en 2005, un retroceso debido principalmente al avance previsto de la izquierda antiliberal (comunistas-verdes por un lado, extrema izquierda por otro), que totalizaría 35 escaños.
Juntos, el PSD y el CDS-PP (Centro Demócrata y Social, derecha populista) sumarían 95 escaños. Contrariamente a Alemania, donde también se realizan elecciones el domingo, Portugal no tiene tradición de grandes coaliciones y tuvo una sola vez, de 1983 a 1985, un gobierno llamado de "bloque central", que reunía al PS y al PSD.
Frente a José Sócrates, cuyos métodos considerados "autoritarios" le valieron una gran hostilidad durante su mandato, tanto la derecha como la izquierda no socialista descartaron toda posibilidad de alianza con los socialistas.
Por ello, en caso de mayoría relativa, el PS se encontraría solo al frente del país con un gobierno frágil, obligado a negociar acuerdos parlamentarios uno por uno. El viernes, último día de la campaña, la consigna de los socialistas era la "movilización" y el "voto útil". "Ningún sondeo gana una elección", recordó Sócrates.
En junio, pese a ser considerado favorito en las elecciones europeas, el PS quedó por detrás del PSD, obteniendo el 26,7% de los votos, uno de los peores resultados de su historia. Desde entonces, los socialistas recuperaron terreno en las encuestas, gracias sobre todo a la nueva actitud de Sócrates, que se muestra más humilde y reconoció su "falta de delicadeza" en la gestión de algunos asuntos.
Pero, en las cuestiones de fondo, defendió su política de reformas estructurales y rigor presupuestario, afirmando que la misma permitió "modernizar el país" y "resistir mejor la crisis". Criticado por su balance social, en un país que acaba de sobrepasar el medio millón de desocupados, Sócrates prometió dar la prioridad al empleo.
"Frente a la crisis, el país necesita más que nunca estabilidad y confianza", repitió durante toda la campaña, concentrando en los últimos días sus ataque en el Bloque de Izquierda del trotskista Francisco Louça, que podría convertirse en la tercera fuerza política de Portugal. En la derecha también subió el tono en los últimos días de la campaña. "Sólo el voto al PSD puede retirar el poder a José Sócrates", afirmó Ferreira Leite.
La ex ministra de Economía, de 68 años de edad, apodada la "dama de hierro", advirtió también a quienes "estuviesen tentados por una alianza" con Sócrates. "El se encargará de hacerlos callar", dijo la dirigente, que denunció durante su campaña la "asfixia democrática" que, en su opinión, impuso en el país el gobierno socialista.
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