Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Venezuela dieron vida al Banco del Sur
Siete países latinoamericanos firmaron este sábado el acta constitutiva del Banco del Sur que contará con un capital autorizado de US$ 20.000 millones, para impulsar el desarrollo de los Estados que conforman la entidad.
Este convenio fue rubricado en el marco de la cumbre América del Sur – África (ASA) que se desarrolla en la venezolana isla de Margarita, con el objetivo de fortalecer las relaciones entre ambas regiones.
Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Venezuela suscribieron el acuerdo que permitirá dar vida a la entidad bancaria cuya creación había sido acordada en 2007, a partir de una iniciativa impulsada por el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Chávez concibe al emprendimiento como un lugar adonde los países trasladarán sus reservas internacionales depositadas en bancos occidentales y así enfrentar la crisis financiera.
“El banco de nosotros para traer nuestras reservas que las usan en el norte para darnos créditos a nosotros mismos", afirmó el mandatario.
En la cumbre de Margarita también se habló de la creación de un frente común sobre cambio climático, infraestructuras financieras y el desarrollo de una nueva “OTAN del sur”, planteada por el líder libio Muammar Gaddafi.
Tanto Chávez como Gaddafi coincidieron en la necesidad de impulsar un gran “polo geográfico” conformado por África y América Latina.
En la cita se reiteró la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para permitir la participación de los países en vías de desarrollo.
Gaddafi calificó de política del “garrote” al hecho de que este organismo siga dominado por cinco países y defendió el derecho de las naciones del sur de “crear organizaciones para nuestro desarrollo que permitan llenar el vacío que hay en el Atlántico norte”.
Una alianza, que según el líder libio requiere interconectar las regiones del sur a través de una red de “comunicación marítima, aérea y gasoductos”.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, coincidió en que el Consejo de Seguridad e la ONU “ya no funciona” y aseguró que su reforma es crucial para “garantizar el justo derecho de una sola voz en las grandes cuestiones de la agenda internacional”.
Lula también destacó la necesidad de conformar un frente común sobre el cambio climático de cara a la próxima reunión de Copenhaguen, proponiendo así la realización de un encuentro previo en Manaus (Brasil).
“(En Copenhaguen) quieren crear un fondo para financiar un cierto desmantelamiento de las naciones del sur y ellos continuar emitiendo la misma cantidad de contaminantes”, recalcó.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sugirió una intensificación de los intercambios de recursos y tecnología; su par uruguayo Tabaré Vázquez, en tanto, propuso medidas contra el consumo de tabaco.
A su turno, el representante de la Comisión de la Unión Africana (UA), el gabonés Jean Ping, pidió “resultados concretos” de una cumbre en la que “no basta con la retórica porque está en juego la credibilidad de la cooperación Sur-Sur".
No obstante, los 66 países participantes sí llegaron a un pacto sobre cuándo y dónde se realizará la próxima cumbre, que se fijó para septiembre de 2011 en Libia.
Este domingo, las conversaciones proseguirán en torno al establecimiento de sistemas de cooperación para el aumento en la producción de alimentos y la creación en el sur de infraestructuras financieras que permitan regularizar nuevamente los mercados.
Esto último, figurará entre los ocho puntos de la declaración final que las naciones participantes tendrán que formalizar este domingo y que se espera incluyan también acuerdos en materia energética, educativa, agrícola y de salud.
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